sábado, 22 de mayo de 2010

Ventura y Hernández a hombros en Madrid

MADRID, 22 DE MAYO. 17ª de Feria. Casi lleno:Toros de Flores Tassara, reglamentariamente despuntados para rejoneo. Mansos todos de salida y sin celo. Corrida muy baja de raza en conjunto. Manejable el primero. Complicados quinto y sexto, con la cara por las nubes.Sergio Vegas, saludos y saludos.Diego Ventura, oreja y oreja.Leonardo Hernández, silencio y dos orejas.

BURLADERO. Diego Ventura y Leonardo Hernández salieron en hombros después de sacar todo lo que tuvo, y lo que no, a una mansada deFlores Tassara. Los rejoneadores, que llenan y traen otro público a los toros, deberían cuidar más estas cosas, sobre todo cuando esto de Tassara lleva varios años peor que mal.

COPE: Para la ocasión una corrida de Viuda de Flores Tassara, un encierro manso, desrazado, sin clase, con el que había que apostar y sacar toda la artillería. Tarde de entrega y demostrar el dominio por parte de la terna quienes tuvieron que hacerlo todo sobre las monturas de su cuadra.

APLAUSOS: El encierro de Flores Tassara ha sido manso, parado, aquerenciado a tablas, emplazado… carente de virtudes. Ello ha hecho que la terna haya tenido que echar de oficio para lograr su recompensa. Diego Ventura ha cortado un apéndice a cada uno de sus oponentes en dos faenas donde ha expuesto mucho y ha toreado con pureza. En su primera labor ha destacado a hombros de “Revuelo” y de “Gines”. En su segundo, un toro manso pero más manejable que el anterior ha arriesgado yendo muy de frente. Se ha lucido montando a “Orobroy” y ha templado muy bien con “Nazarí”, pisando terrenos comprometidos. La faena ha sido vibrante y ha conseguido abrir una trabajada puerta grande.
Leonardo Hernández ha conseguido su segunda salida en volandas del coso venteño en esta feria, y lo ha hecho en una faena al sexto comprometida y entregada. Ante el animal más complicado de la corrida, el extremeño lo tuvo que poner todo de su parte. Los momentos álgidos llegaron con la emocionante actuación de “Verdi”. Mató de un certero rejonazo y ha cortado dos orejas con fuerza. En su primero, otro toro manso y emplazado, pudo pasear otro apéndice pero el fallo con los aceros lo dejó en una ovación