miércoles, 26 de mayo de 2010

Video 21ª de Madrid. Naturales mandones de clase de Padilla.

Por Pedro Abad-Schuster

El video está en el link:
http://feriastaurinas.plus.es/player_video.html?xref=20100526pluutmtor_2.Ves

Madrid, miércoles 26 de mayo 2010. Casi lleno. Juan José Padilla: silencio, ovación. Luís Miguel Encabo: silencio, silencio. Iván García: silencio, aplausos . 5 toros de Samuel Flores y 1 toro de Manuela Agustina López Flores, desiguales de presencia, alguno impresentable, mansos, algunos descastados, otros complicados. 4° y 6° con un buen pitón izquierdo.

El toreo es cruel a veces con los más débiles. No permite fallos. No da opciones, ni hay segundos intentos. Se crea y desaparece, nace y vuela para siempre; lo conseguido en un sutil instante pesa, bien como una losa de mármol en el camposanto de las ilusiones perdidas, bien como pesa en la cultura la maciza obra de arte maestra. Para los más afortunados siempre habrá nuevas oportunidades. Para muchos de los que empiezan, para los que buscan con ahínco sin encontrar, para los que un día se fueron o se dejaron ir, no hay más que una opción. Se toma, o se deja. Y si no va acompañada del anhelado triunfo, por más que uno haya puesto en ella toda la ciencia, el corazón y las entrañas, se va para siempre

Los tres toreros necesitaban, ansiaban, el triunfo en Madrid, pero los tres –seguro- eran conscientes de las enormes dificultades que entrañaría el reto. Los tres podrían haber corregido esta tarde sus trayectorias inmediatas. El jerezano, se reencontraba en Madrid, donde probablemente hallaría a una parte de la afición hostil que luego, todo hay que reconocerlo, no lo ha sido tanto. Al final del día, al ciclón jerezano le quedarán, por lo menos, nuevos gestos ante las más duras y encastadas, entrando en carteles donde los riesgos y peligros serán más llevaderos, no sólo en su Jerez natal, sino en otras plazas de feria

Juan José Padilla enfrentó a Trompetaco, el cuarto de la tarde de 531 kilos, tocado de pitones, sin remate tampoco por detrás, manso, complicado por el derecho, pero con un pitón zurdo por el que entraba con nobleza y boyantía. Comenzó Padilla con tres largas afaroladas genuflexas, aunque luego no hubo continuidad capotera. Después de parear sin mayores notabilidades, se encontró con un toro que se ceñía y ganaba terreno por el derecho, intentándolo desde fuera y con dudas, sin conseguir nada en claro. En la tercera tanda cogería la zurda, y por allí llegaron unos naturales con la mano baja, mandones, no muy largos, aunque cogiéndolo por delante, y con gusto. Lástima que no estuviera bien colocado, sino fuera, y no los rematase más a la espalda; de otro modo podrían haber pasado por los naturales de la feria. Con lo visto fueron pases interesantes… pero el buen toreo siempre es algo más. Dos series fueron aceptables, porque las dos siguientes se las sacó mientras el toro se iba rajando a tablas, cerca de chiqueros, acompañando más que mandando en sus embestidas. Lo que pudo ser se quedó en petición insuficiente después de un bajonazo sin paliativos.

Encabo ni tuvo suerte con el lote ni estuvo a la altura de lo esperado con sus bueyes. Siempre ha dejado en Madrid un regusto de torero con posibilidades, lidiador, capaz, generoso en mostrar el toro bueno y eficaz con el malo. Pero lleva unos años en declive, donde todo se le vuelven pulgas en la capital

A Iván le tocó el sexto de la tarde, un toro castaño chorreado en verdugo, de 559 kilos, zancudo y mal rematado, manso, complicado por el derecho pero con un buen pitón izquierdo. Toro de mano zurda, toro de triunfo posible, y como el cuarto, sólo al natural. Tardó tres series en cogerle el pitón bueno, entre dudas porque el toro se le quedaba algo y se revolvía con problemas. Pero al fin la cogió, más vale tarde que nunca. Bien colocado tiró del toro en un natural de clase que le terminó de descubrir las posibilidades del Samuel. Y a pesar de alguna brusquedad y de cierta desigualdad lo llevó en tres o cuatro tandas más por ahí, siempre con pases ciertamente apreciables, pero intercalando, no sé por qué, otras con la derecha que nada decían y bajaban siempre la intensidad de lo realizado a izquierdas. Fue toro de una sola mano, la buena, la de más verdad, la que sola ella vale sin necesidad de la diestra. Estos altos y bajos constantes desequilibraron lo realizado. Y cuando se tiró a matar y cobró una estocada entera, algo delantera, llegó un aviso y necesitó de un descabello, el posible triunfo, la oportunidad deseada, la alegría, la ilusión perdida, quedaron en unos aplausos sinceros. ¡Qué cruel es, a veces, el arte del toreo con el débil!
Fuente: COPE

Fotos: http://www.mundotoro.com/auxiliar/galerias2010/Madrid26052010/index.html

Video. Hablan los aficionados: http://www.burladero.com/sanisidro/videos/011749/opinan/aficionados/san/isidro