miércoles, 3 de junio de 2009

Letizia y los toros de Beneficencia

Flaco favor ha hecho hoy la cadena que trasmite en pay per view las corridas desde España al mundo por Internet el ponchar reiteradamente el palco del Principe que ocupaba el lugar de su padre. Tuve la suerte de ver la corrida de la Beneficencia que fue presidida por el Prínicpe de Asturias y su esposa doña Letizia. Y la verdad, la verdad, que fue de pena ver la cara de la señora -su alteza- como se le debe llamar. Sentada al lado del Principe y desparramando la vista por cualquier lado menos fijándola en el ruedo y en lo que allí acontecía. Se ve que nada de esto le agrada, por sus gestos e incomodidad manifiesta. Y a su lado, a su siniestra, un encargado de "traducirle" con afán lo que allí ocurría. Tan sólo se le vio sonreir cuando arrastraron al último y los toreros iban camino de su palco para el copetín de rigor.

LA CORRIDA: Una pena la escasísima fuerza de los toros titulares de Victoriano del Río, bien presentados con ganas de embestir alguno, algún otro con peligro, pero punteando y defendiendose por su debilidad. El último de ese hierro tuvo movilidad pero se vino a menos y el anterior de Garcigrande también se apagó rápido. Y nos dejaron con la miel en los labios. Eso y las espadas que no estuvieron afiladas. La terna, Juli-Manzanares-Perera por encima, pero muy por encima de sus lotes. Más no pudieron hacer. Aunque sí, dejar mejor colocada las espadas y de algo más que ovaciones saludadas estaríamos hablando.

(fotos burladero.com)