Badajoz, domingo 21 de junio de 2008. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Jandilla, terciados, de buen juego los tres primeros y más descastados los tres últimos. Pedrito de Portugal, oreja y saludos. José Tomás, dos orejas y dos orejas. Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas.
COPE. Destacaron sobre todo las dos actuaciones de José Tomás, que en su primero realizó un trasteo de muy alto nivel, sobre todo en las tandas de derechazos, de mucha pureza y exposición. Al natural también surgieron series de mano baja y profundo trazo. Finalizó por manoletinas antes de cobrar sus dos primeras orejas. El quinto fue un toro terciado al que Tomás realizó un trasteo de menos entidad, pero con momentos salpicados de gran toreo, siempre colocado en el sitio y siempre jugándose los muslos.
Una oreja paseó Perera en su primero, un buen toro de Jandilla con el que estuvo muy decidido, toreando con largura y ligazón por ambos pitones. Dos más, aunque la segunda de manera excesiva, cortó en el sexto. El toro tendía a salirse de los engaños y Miguel Ángel Perera no terminó de dominarlo y sin mostrar la firmeza que había demostrado en su primero.
Por su parte, Pedrito de Portugal cortó una oreja al toro que abrió plaza pero no término de cuajar a un buen toro, quedando de manifiesto la falta de contratos del portugués. Con el cuarto pasó de nuevo lo mismo, Pedrito no llegó a acoplarse a las bonancibles embestidas del pupilo de Borja Domecq.
COPE. Destacaron sobre todo las dos actuaciones de José Tomás, que en su primero realizó un trasteo de muy alto nivel, sobre todo en las tandas de derechazos, de mucha pureza y exposición. Al natural también surgieron series de mano baja y profundo trazo. Finalizó por manoletinas antes de cobrar sus dos primeras orejas. El quinto fue un toro terciado al que Tomás realizó un trasteo de menos entidad, pero con momentos salpicados de gran toreo, siempre colocado en el sitio y siempre jugándose los muslos.
Una oreja paseó Perera en su primero, un buen toro de Jandilla con el que estuvo muy decidido, toreando con largura y ligazón por ambos pitones. Dos más, aunque la segunda de manera excesiva, cortó en el sexto. El toro tendía a salirse de los engaños y Miguel Ángel Perera no terminó de dominarlo y sin mostrar la firmeza que había demostrado en su primero.
Por su parte, Pedrito de Portugal cortó una oreja al toro que abrió plaza pero no término de cuajar a un buen toro, quedando de manifiesto la falta de contratos del portugués. Con el cuarto pasó de nuevo lo mismo, Pedrito no llegó a acoplarse a las bonancibles embestidas del pupilo de Borja Domecq.