Por Pedro Abad-Schuster. Periodista Grafico Taurino.
A los chamacos les fallo el estoque. Jose Rodríguez Pepehillo, Julio Benitez El Cordobes y Jose Mauricio, los tres jóvenes toreros que alternaron la tarde del 26 de octubre en la Monumental de Playas de Tijuana, se fueron sin tocar pelo. Mataron de manera defectuosa a los excelentes seis toros de la Ganaderia San Jose. Pero los matadores dieron una buena tarde de pases y banderillas rimbombantemente colocadas por parte del tijuanense Pepehillo. Ahora si que la evidente falla estuvo en el tercer tercio.
Jose Rodríguez abrio plaza con buenos capotazos, y una inusitada casi perfecta colocación de banderillas. El mozalbete lucio condicion física y coloco sus tres primeros pares de frente al toro. Con valentia y adorno. Largas y cortas, calafieras llevadas un paso adelante. Muchos aplausos y reconocimiento. Bien con la muleta Pepehillo, posee una muneca prodigiosa a la que le hace falta torear mas tardes y los consejos de la experiencia. Mal con el estoque. En su segundo toro, hizo lo que pocos. Coloco tres pares de banderillas cortas, en su tercer par se coloco frente a la cornamenta del de San Jose en una especie de calafiera retadora, al salir del par tropezo sobre sus pies y el berrendo aprovecho para irsele encima. Le hizo dano en la cara. Una herida pronunciada desde su ceja izquierda hasta prácticamente la mandibula del mismo lado. Pero no se amilano el chamaco. Se paro y llevo al toro hacia su muleta por derecha y naturales y termino su faena con una tendidísima estocada. Vuelta al ruedo.
Julio Benitez El Cordobes llego a la plaza que solo un torero ha llenado, su padre Manuel Benitez El Cordobes. La expectativa por tanto era alta, aun para los poco mas de mil personas que acudieron a verle. El español hizo su debut en México y selecciono Tijuana. Pero la tarde del domingo 26 la fortuna no lo acompano. A su primer toro, la falta de destreza de sus subalternos lo llevaron a estrellarse al burladero. El piton derecho se le revento. No se le desprendio por completo, pero si adolecio de firmeza. Aun cuando la aficion solicitaba al matador que acabara con el animal, puesto que ya habia sido picado, el joven se desconcentro entre lo que le ordenaba su apoderado Raul Gracia El Tato y lo que los tijuanenses querian. Finalmente, cornigacho el toro, le hizo faena. Entre bullas y aplausos, la verdad es que le coloco bien la muleta y el toro la siguió una y otra vez, se tiro a matar y nada que pincho, y luego metio el estoque de manera desprendida. En su segundo tuvo oportunidad de redimirse. Bien con el capote, pero a pesar del empeno y elegancia casi natural del español, no le pudo sacar decorosos pases a su ultimo en Tijuana. Arranco aplausos con su valentia, pero cuando se tiro a matar, definitivamente enfoco su mira quince centímetros fuera de la yema. El chamaco se fue sin orejas.
Jose Mauricio, vaya parece que Jose Mauricio se ha estancado en su novel carrera de matador. En sus dos de la ganaderia de San Jose, tuvo algunos destellos pero no concreto faena. A su primero, a diferencia de sus alternantes, lo mato de una centradísima estocada recibiendo, pero no hubo petición fervorosa, el resto de su faena no habia estado a la altura. En el segundo, mismos resultados. Nada llamativo. Los chamacos se fueron sin orejas.