Tarde de alternativa del local Martín Campuzano que dio vuelta al ruedo en el de la ceremonia. Tarde que una vez más consagró la maestría de Julián López, que en Quito se siente como en su casa, cortó dos orejas a su primero "al que cuajó de capa y con el que firmó una faena de altísimo nivel, midiendo distancias y alturas, para irlo sometiendo cada vez más por bajo, siempre empapado en la muleta". En el 4o, desarazado, expuso pero la espada desprendida quitó premio a su labor. Y Manzanares, por la mala condición de su lote, se fue inédito de Quito, saludó una ovación de su segundo. El ganado fue de Vista Hermosa, "justos de presencia y con escasos pitones, mansotes y de poco juego en general para los toreros, excepto el lidiado en primer lugar". Fuente Buraldero y Toros.com.