Por Pedro Abad-Schuster. Periodista Grafico Taurino.
Estuvimos en Mexicali, la capital del estado de Baja California Norte. Se fue el último de los grandes toreros del México moderno, Eloy Cavazos la tarde de ayer en la plaza Calafia. Se le otorgaron las orejas y el rabo de su segundo toro lidiado en esta ciudad. Fue la penúltima corrida de su vida, al lado del estupendo rejoneador Rodrigo Santos, que se llevó una oreja y del tijuanense Alejandro Amaya que reaparecia en México y que fue el más perjudicado con el aire que se soltó el dia de ayer domingo 2 de noviembre y que estuvo molestando a los toreros.
La despedida final y ultima corrida definitiva de una figura que se ha sostenido como un símbolo durante mas de 42 temporadas es el 16 de noviembre en Monterrey con el mismo cartel. Antes de la lidia, el personal del Hospital General habia entregado una placa al torero de Monterrey por su brillante trayectoria y los de la agrupación Los del Tendido encabezados por su presidente Dr. Roberto Navarro develaron placa en honor como homenaje póstumo al juez de plaza Miguel Angel Barajas.
Con un tercio de plaza se lidiaron toros para los de a pie de Montecristo y de Santoyo para el rejoneador. Los primeros dos así de chiquitos y débiles de remos.El caballista Rodrigo Santos, en su segundo toro hizo alarde del toreo a caballo cortando una oreja al toro de nombre Figura, al que lo llevó pegado al caballo en diversos giros de frente y costado ante el delirio general. Manejando excelente su cabalgadura clavó banderillas a dos manos, matando de estocada calada que atravesó al animal, premiado por la esplendidez del juez de plaza Isidro Ochoa. En el que abrió plaza Rodrigo se enfrentó a Maestro. Manejó a la res con quiebres de su cabalgadura con banderillas al violin matando al primer viaje pero tardo en caer el animal y recibió aplausos.
El primero de Eloy se la paso mas rodando que caminando y el matador de Monterrey rápido se deshizo de él. Este como su segundo se fue sólo con dos pares de banderillas con autorización de la autoridad en el biombo. Pinchó en su primer intento pero como el toro se cayó por su debilidad el puntillero llegó y acabó con el torito y venga el segundo. El torero que se despedía de la afición de Mexicali al ritmo de las clásicas Golondrinas se desquitó con Adios, que así se llamó el de Montecristo, ligándole una faena variada y de mucho mérito para satisfacción del publico. Eloy mostró su experiencia de muchos años de matador y le dibujo tandas de derechazos, mejor la de naturales, hilvano enormes estatuarios, culminando con su exclusivo pase de la Guadalupana, para tirarse a matar cobrando una estocada honda, para las dos orejas y el rabo. .
El torero de Tijuana Alejandro Amaya, avecindado en Sevilla, por tercera ocasión naufraga en Calafia. Dueño de un toreo fino de grandes dimensiones hasta la fecha no se le ha podido ver en ese aspecto en Mexicali. Le tocó el peor lote del encierro y fue cuando mas se soltó el viento. A su primero Paqueño Gigante le dio buenos pases por la derecha, largos y profundos que fueron coreados. Alejandro se salvo de la cornada cuando resbaló frente al toro. Un oportuno quite de su cuadrilla lo libró de una cornada. A la hora de matar aparte de un metisaca y una media le dio hasta cinco descabellos cayéndole un bocinazo. A su segundo, después de un escalofriante farol de rodillas pegado a tablas, el espigado matador bajacaliforniano, con alternativa en España, se enfrento a Guadalupano, soso y probón, que lo trajo a la deriva o mas bien a la defensiva. Por mas esfuerzos que hizo no logró meterlo a la muleta y lo mandó al destazadero de 4 pinchazos.
Foto Eloy y Amaya
Estuvimos en Mexicali, la capital del estado de Baja California Norte. Se fue el último de los grandes toreros del México moderno, Eloy Cavazos la tarde de ayer en la plaza Calafia. Se le otorgaron las orejas y el rabo de su segundo toro lidiado en esta ciudad. Fue la penúltima corrida de su vida, al lado del estupendo rejoneador Rodrigo Santos, que se llevó una oreja y del tijuanense Alejandro Amaya que reaparecia en México y que fue el más perjudicado con el aire que se soltó el dia de ayer domingo 2 de noviembre y que estuvo molestando a los toreros.
La despedida final y ultima corrida definitiva de una figura que se ha sostenido como un símbolo durante mas de 42 temporadas es el 16 de noviembre en Monterrey con el mismo cartel. Antes de la lidia, el personal del Hospital General habia entregado una placa al torero de Monterrey por su brillante trayectoria y los de la agrupación Los del Tendido encabezados por su presidente Dr. Roberto Navarro develaron placa en honor como homenaje póstumo al juez de plaza Miguel Angel Barajas.
Con un tercio de plaza se lidiaron toros para los de a pie de Montecristo y de Santoyo para el rejoneador. Los primeros dos así de chiquitos y débiles de remos.El caballista Rodrigo Santos, en su segundo toro hizo alarde del toreo a caballo cortando una oreja al toro de nombre Figura, al que lo llevó pegado al caballo en diversos giros de frente y costado ante el delirio general. Manejando excelente su cabalgadura clavó banderillas a dos manos, matando de estocada calada que atravesó al animal, premiado por la esplendidez del juez de plaza Isidro Ochoa. En el que abrió plaza Rodrigo se enfrentó a Maestro. Manejó a la res con quiebres de su cabalgadura con banderillas al violin matando al primer viaje pero tardo en caer el animal y recibió aplausos.
El primero de Eloy se la paso mas rodando que caminando y el matador de Monterrey rápido se deshizo de él. Este como su segundo se fue sólo con dos pares de banderillas con autorización de la autoridad en el biombo. Pinchó en su primer intento pero como el toro se cayó por su debilidad el puntillero llegó y acabó con el torito y venga el segundo. El torero que se despedía de la afición de Mexicali al ritmo de las clásicas Golondrinas se desquitó con Adios, que así se llamó el de Montecristo, ligándole una faena variada y de mucho mérito para satisfacción del publico. Eloy mostró su experiencia de muchos años de matador y le dibujo tandas de derechazos, mejor la de naturales, hilvano enormes estatuarios, culminando con su exclusivo pase de la Guadalupana, para tirarse a matar cobrando una estocada honda, para las dos orejas y el rabo. .
El torero de Tijuana Alejandro Amaya, avecindado en Sevilla, por tercera ocasión naufraga en Calafia. Dueño de un toreo fino de grandes dimensiones hasta la fecha no se le ha podido ver en ese aspecto en Mexicali. Le tocó el peor lote del encierro y fue cuando mas se soltó el viento. A su primero Paqueño Gigante le dio buenos pases por la derecha, largos y profundos que fueron coreados. Alejandro se salvo de la cornada cuando resbaló frente al toro. Un oportuno quite de su cuadrilla lo libró de una cornada. A la hora de matar aparte de un metisaca y una media le dio hasta cinco descabellos cayéndole un bocinazo. A su segundo, después de un escalofriante farol de rodillas pegado a tablas, el espigado matador bajacaliforniano, con alternativa en España, se enfrento a Guadalupano, soso y probón, que lo trajo a la deriva o mas bien a la defensiva. Por mas esfuerzos que hizo no logró meterlo a la muleta y lo mandó al destazadero de 4 pinchazos.
Foto Eloy y Amaya