domingo, 6 de septiembre de 2015

Gran triunfo de Cayetano en la Goyesca de Ronda

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Torería a raudales, en el andar, en el embarcar, en el vaciar las embestidas encajado en la arena, cargando la suerte en cada lance y gustándose... colocación y compostura que tanto se echa de menos en estos días.



Real Maestranza de Caballería de Ronda. Feria de Pedro Romero. LIX Tradicional Corrida Goyesca. Lleno de No Hay Billetes. Toros de Juan Pedro Domecq (2º, 4º y 6º), el sexto premiado con la vuelta al ruedo; y Núñez del Cuvillo (1º, 3º, 5º), desiguales de presentación. De buen juego salvo el primero flojo y el cuarto complicado. Hierro de Núñez del Cuvillo Morante de la Puebla, palmas y ovación tras aviso.
José María Manzanares, dos orejas y oreja.
Cayetano, dos orejas y dos orejas con petición de rabo.

M.T. Incontestable fue el triunfo de Cayetano en la LIX Goyesca de Ronda. Por dos veces se le llegó a pedir el rabo, con rotundidad en el sexto. Su tarde fue un compendio de lo que debe tener un torero actual: raza, ambición, torería, gusto y una cualidad importante, el ir a más.

APLAUSOS. Explosión torera de Cayetano, a hombros con Manzanares, Cayetano le cortó las dos orejas al tercero, un ejemplar de Cuvillo feo y de escaso trapío. Tuvo nobleza pero pocas fuerzas el toro, que fue recibido por el menor de los Rivera Ordóñez con una larga de rodillas en la puerta de chiqueros. Vistoso el galleo para ponerlo en suerte en el caballo, comenzando su faena de hinojos e hilvanando una labor que tuvo buenas tandas de muletazos de mano baja sobre ambos pitones. Los ayudados finales precedieron a la estocada y a la concesión del doble trofeo. Buen toro el sexto, noble, con calidad el de Juan Pedro. Bien Cayetano con él, completo y muy inspirado, gustándose en todo su quehacer, brindado a su hermano Francisco, como ya Manzanares hiciera lo propio en su primero. Trincherazos, ayudados… todo muy torero y bien ligado. Bien toreado el toro, con un concepto a tener en cuenta por su belleza. Mató de estocada tendida en el mismo centro del ruedo, tardó el toro en doblar, pero cayeron las dos orejas, cuatro en total para el madrileño, que ofreció una gran tarde.