Primer peruano que se doctora en Francia, cierra la anterior etapa de manera histórica
Histórico. No hay otra palabra que describa la temporada que firma cada tarde el novillero peruano Andrés Roca Rey en España y Francia. Sus triunfos en plazas de máxima categoría lo señalan como el número 1 indiscutible dentro del escalafón menor. Dio que hablar y fue poniendo a todos de acuerdo.
Hoy lo reconocen como la próxima gran promesa de figura del toreo en la cuna del toreo. Pasará a engrosar filas de doctores en tauromaquia a partir de su alternativa mañana sábado 19 de setiembre en el anfiteatro romano de la ciudad francesa de Nimes, su padrino será una leyenda viva del toreo, el maestro Enrique Ponce.
Falta muy poco para que todo lo toreado y vivido en el 2015 sea para él un recuerdo y para nosotros la mejor página escrita de nuestra historia taurina que lleva desde que Francisco Pizarro alanceó un toro en la Plaza Mayor de Lima según cuentan los libros.
Andrés, estás en cuenta regresiva para la alternativa pero no te cansas de sumar triunfos que aumentan ya tu aureola de próxima figura y ahora con el percance más duro de tu corta y exitosa carrea. ¿Cómo se lleva eso?
Es muy bonito en el momento en el que me encuentro ahora mismo. Es un momento para disfrutarlo y para aprovecharlo. Es el momento que esperé toda mi carrera de novillero y también de becerrista desde que empecé. Se va a cumplir uno de mis sueños que es tomar la alternativa.
¿Con cuantas novilladas terminas la temporada? ¿Al inicio imaginaste que todo rodaría así? Desde aquel golpe en Las Ventas en abril...
Termino con 26 novilladas en total ya que por la cornada y la fractura de la mano en Villaseca de la Sagra y perdí las cinco últimas novilladas. Quizá te imaginas las cosas cuando te propones las metas para la temporada pero no estás muy seguro de ello ya que para mí al inicio de temporada las cosas estaban muy difíciles hay pocas novilladas y había espacio para muy pocos en los carteles pero como tú dices desde aquel triunfo en Madrid el 19 de abril cambiaron las cosas y poco a poco pude ir sacando lo que llevo dentro y gracias a Dios muchas de esas tardes buenas han sido en plazas de primera las cuales me han puesto en un buen lugar.
De todo lo vivido con que triunfo, con qué faena, con qué plaza, con que afición o con qué momento te quedas…
Qué duda cabe que me quedo con la plaza que cambió a mejor mi temporada, con la afición que lo reconoció para que todo esto funcionara y pase uno de los momentos más felices y emocionantes de mi vida en Las Ventas.
Ya has probado lo que es la exigencia de torear casi diario y viajar de un lado a otro, necesitas alguna preparación especial sea alimenticia, psicológica, moral...
Es algo que te desgasta muchísimo ya que torear todos los días es gastar fuerza y usar mucho la resistencia física luego psicológicamente también te desgasta ya que tienes que estar mentalizado todos los días y cada vez que terminas una corrida ya estar pensando en la siguiente y creo que eso para un torero es lo más difícil. Y qué duda cabe que todo eso se refleja un poco en la preparación que hayas llevado desde la pretemporada. No es cuestión de semanas, es cuestión de tiempo y de saber llevar la responsabilidad... Diría yo más que saber llevar la responsabilidad, es buscarte una filosofía de vida que, dentro del miedo que pasas, te haga disfrutar de lo que haces y se te vaya un poco la presión de estar bien.
Iimagino que alguna vez habrá sido duro volver a vestir las luces cuando las cosas no ruedan o después de algún percance...
Cuando no estás bien sinceramente no disfrutas y cuando no disfrutas haciendo lo que haces simplemente no tienes ganas de hacerlo muy seguido en cambio cuando te encuentras en un bonito momento y casi todas las cosas salen como tú quieres las ganas de vestirte de luces son tremendas y nadie te las quita.
Miró atrás y recuerdo aquella tarde que cumpliendo 7 toreaste tu primera becerrita, tu cara saliendo por bajo del burladero y tras un primer lance te aventó a las tablas, enrabietado cogiste tu capote y fuiste a buscarla como buscas ahora el triunfo a sangre y fuego. ¿Qué recuerdas de aquellos años vividos?
Me gusta recordar mi vida en muchos momentos me gusta recordar mis principios, de donde vengo y con quienes he crecido. Eso me hace saber y estar más seguro de a donde quiero llegar.
El proyecto fuiste tú y me imagino que a tu lado han estado tus padres y tus hermanos, especialmente Fernando también matador de toros, imagino que también has tenido otras personas que te han apoyado en tu vida y tu carrera.
Sí, mi familia siempre me apoyó desde primera hora nunca pusieron un pero porque sabían que yo quería ser torero, estoy completamente agradecido con ellos, a mi mamá, mis hermanos y sobre todo a mi papá, que ha sido el que más ha dado la vida para que yo sea torero y nunca sabré cómo agradecerle. Luego hay otras personas claro que sí que me ayudaron de distinta forma y uno de ellos que ha sido el que me ayudo desde chiquitito, desde que fui a Huamachuco por primera vez a torear un becerro para los chicos del hogar Marcelino Pan y Vino, es el señor Guzmán Aguirre quien ha sido alguien clave en mi carrera.
Acho y el Perú. ¿Imaginas cómo te recibirá esa bicentenaria plaza? ¿Qué sueñas de esa tarde?
Qué duda cabe que me hace ilusión torear en Acho. Todavía no me he expresado como quiero en mi plaza pero es una plaza de la que estoy convencido y, sí o sí, tengo que hacer disfrutar al público. El Perú para mi es lo más grande y yo en España quiero ser figura pero antes que nada quiero dejar al Perú lo más alto que pueda, es un deber sagrado para mí, y como un héroe dijo y es de imitar, ... no me rendiré hasta quemar el último cartucho. Este año voy el 29 de noviembre en un mano a mano con el maestro Enrique Ponce y puede ser una tarde muy bonita.
Lo que viene para él no será fácil. Es un volver a empezar. Volver a jugársela cada toro y pelear con sangre entrar en los carteles más importantes. Torear y conseguir una y otra tarde para puntuar y conseguir encaramarse en la primera fila del toreo, donde viven las figuras. Falta tiempo para ello pero con lo vivido y hecho hasta hoy, Andrés Roca Rey está llamado a liderar una cruzada a favor de la tradición taurina del Perú, esa que vive y late allende los octogonales de Acho, entre las faltas y punas de nuestra Cordillera de los Andes. Colombia tuvo su César Rincón, el Perú taurino tiene ya en Andrés el ídolo que necesita para que el toreo salga fuera de sus fronteras. Hoy, ahora, es tiempo de agradecerle su entrega y lo que le ha dado al Perú taurino; es tiempo de desearle suerte en la nueva etapa que empieza para que la conquista de ruedos ajenos siga siendo su esencia.