lunes, 28 de junio de 2010

Perera herido grave en Burgos HOY


"Herida por asta de toro en cara posterior tercio inferior del muslo izquierdo, con herida inciso contusa con trayectoria anterior de aproximadamente 12 centímetros que desgarra músculos, produce rotura de vena colaterales y contusión del nervio ciático. Intervenido bajo anestesia general". Perera estaba anunciado este domingo en la plaza de toros de Barcelona, donde será baja con toda probabilidad. Sus próximos compromisos son el 9 de julio en Teruel y el 14 de julio en Pamplona.

3ª de Feria. Más de dos tercios.Toros de Gavira,bien presentados. 1º manejable aunque sin raza. 2º inválido, se lesionó en el caballo. 3º sin clase. 4º incierto. 5º desrazado y flojo. 6º manejable. El Fandi, oreja, silencio y oreja.Manzanares, silencio en ambos.Miguel Ángel Perera, ovación camino a la enfermería.

BURLADERO. Perera ha resultado herido en la corrida de toros que se ha celebrado en Burgos, en la que El Fandi ha cortado dos orejas y Manzanares ha quedado inédito con dos toros deslucidos. El percance de Perera ocurrió en la faena de muleta al primer toro de su lote, un ejemplar sin clase ni entrega al que fue sometiendo y que en el remate de una serie, en un arreón, le prendió en la parte posterior del muslo. Fue esa una voltereta seca y certera, dejando herido al diestro por encima de la corva, con una herida de la que sangraba abundantemente y que ha teñido de sangre el muslo.

Perera, que supo tapar los arreones del toro, se quedó en la cara a pesar del toro pese a la abundante hemorragia y los gestos de dolor. Tras un pinchazo y una estocada, se fue a la enfermería donde está siendo operado mientras que El Fandi se encargó de descabellar al de Gavira.
Antes de la cogida, El Fandi había cortado una oreja con el primero, un toro manejable pero bajo de raza con el que estuvo a buen nivel en todos los tercios. Templado a la verónica, espectacular en banderillas, se mostró inteligente con la muleta, apurando al toro por los dos pitones.
Con su segundo, El Fandi se impuso con oficio y seguridad a un toro muy incierto y molesto, que nunca humilló. El sexto, que correspondía a Perera, fue un toro manejable al que supo aprovechar. El granadino realizó una meritoria faena por ambas manos, rematada de un espadazo. Cortó una oreja y en un gesto de compañerismo, decidió no salir a hombros y pasó a la enfermería a interesarse del estado de su compañero herido.