Por Pedro Abad-Schuster
En la Plaza México se doctorará este domingo la bellísima Lupita López de manos de la malagueña Maripaz Vega, bajo el testimonio de la joven moreliana Hilda Tenorio. La propia torera expresó sus sentimientos antes del día histórico, que a continuación se reproducen.
Todo empezó como un juego en mi natal Yucatán. Mi papá fue novillero y además es empresario, así que le dije que yo también quería torear. Me llevó a una ganadería y vio que tenía valor, me anunció y de ahí comencé. Pude torear en casi todos los pueblos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, con un nivel muy rústico, sobre todo en los pueblos. Mi papá hacía todo porque toreáramos vacas de casta siempre y en los festejos de postín en las ferias.