Por Pedro Abad-Schuster
Valencia, viernes 18 de marzo 2011. Casi lleno. Buen encierro de cuatreños de San Mateo y San Pelayo del Niño de la Capea, el mejor fue el 4º encastado y bravo (El Cid). Los 5 primeros toros de la tarde del Capea tuvieron mucha clase y nobleza a la par que casta para reponerse durante la lidia, algunos con las fuerzas ajustadas, y desiguales de presentación. Manuel Jesús El Cid (teja y oro): oreja, oreja. Miguel Angel Perera (verde botella y oro): oreja, oreja. Cayetano (espuma de mar y oro): ovación, división. Primera puerta grande de estas Fallas de Valencia al inicio de la temporada española. Salieron a hombros El Cid y un Miguel Angel Perera en alta dimensión.
El sevillano El Cid venía de triunfar en Colombia por primera vez. Enfrentó al primero, de manifiesta justeza de fuerzas, fijo, humillando, sin transmisión. Faena de muleta a media altura sin molestar, templando y encelando. Por la izquierda bajó la mano en varias ocasiones, aun a riesgo de desmerecer el trasteo, llevándolo al natural, expresando su forma de torear de clasicismo en el alma de los aficionados. Obra de arte cuajada con torería, estocada entera delantera. Oreja. El bravo cuarto se vino arriba embistiendo bien y con transmisión. El Cid le plantó cara en los medios. Por el derecho ligó sin enmendarse con recorrido y reunión. Lo cuajó por la zurda con naturales despaciosos, templados, con la bamba de la muleta acariciando el albero. Trasteo completo, le sacó al toro todo lo que tenía convenciendo a los valencianos. Estocada entera al segundo encuentro. Aún así el público pidió la oreja.
Perera demostró su recuperación palpable, fue el torero de sus mejores tardes. Con el noble y bondadoso segundo, quite por tafalleras ayudando a la endeblez del animal que metía bien la cara. Por el derecho toreo largo, asentado, con limpieza, pulseando cuando se le quedaba cortito. Cuajó tanda al natural de cante grande, suave, sentido. Final ojedista con el que puso el corazón de la parroquia valenciana en un puño. Estocada algo desprendida, le impidió el triunfo grande. Oreja ganada a ley. Con el incierto quinto, mirón, se metía por los adentros derrotando en cada acometida. Perera se la jugó muy encima sin trampa ni cartón, de verdad. Trasteo más irregular pero de valentía, firmeza y exposición. Lo cuajó por ambos pitones tirando de él con sutileza. Al final arrimón de pavor entre los pitones, con redondos sin enmendarse. Estocada desprendida. Oreja.
Cayetano se fue de vacío y bajo una división de opiniones. Se fue a la puerta chiqueros en el tercero de la tarde y la gente con él. El toro se partió el pitón y por ello ejecutó la suerte suprema con la mano izquierda, tal como lo hiciera Ordóñez en Cali. Con el incierto sexto de Zalduendo bis, inicio de faena de rodillas pegado a las tablas y con toda la plaza volcada. Pero ahí terminó todo, teniendo que abreviar. (Fuente: cope)
Video/Fotos (copiar y pegar) http://www.plus.es/feriastaurinas/player_video.html?xref=20110318plucantor_2.Ves http://www.burladero.com/016691/galeria/fotografica//