Buen encierro de Roberto Puga y torería de Juan Carlos Cubas dejan en alto el nombre del Perú.
Por Joaquín Rey desde Cutervo
Juan Carlos Cubas (verde manzana y oro), Santiago Ambel Posada (burdeos y oro) y David Mora (grosella y oro) partieron plaza el martes 29 en la sexta tarde la feria San Juan Bautista de Cutervo. Tarde soleada con plaza llena en la que se lidiaron cuatro astados de Roberto Puga y dos de Montegrande, en general de buena presentación y condiciones de lidia. Gran toro el sexto de la tarde, premiando con vuelta al ruedo.
ARRIMÓN DE CUBAS. En el primero de la tarde Juan Carlos Cubas estuvo por encima del toro. Un ejemplar con poca movilidad y emoción. Sin embargo el torero huanca supo administrar muy bien al animal. A base de un planteamiento inteligente y una buena colocación logró sacar brillantes series de derechazos y templados naturales, entrando muy en el terreno del toro. Sorprendentemente el público no se llegó a enterar de la gran faena que venía armando. No tuvo suerte con la espada, pincha y mata de una entera. Algunos sectores pidieron una merecida oreja que el juez no concedió.
En el cuarto de la tarde Cubas recibió un toro bien hecho y con clase para embestir. Lo saluda con unas vibrantes verónicas rodilla a tierra ante un público muy emocionado. Luego lo lleva al caballo por unas vistosas chicuelinas. En muleta el toro se vino un tanto a menos, sin embargo el matador nuevamente se empleó para conseguir varias series de mucha calidad. Nuevamente el acero aguó la faena cuando pinchó en dos oportunidades. Un media y descabella. El público silenció su labor.
AMBEL POSADA SIN VOLUNTAD. Santiago Ambel Posada no estuvo a la altura de la tarde. Recibió en su primer turno a un toro repetidor, noble y con mucha clase para envestir. Sin embargo el matador no tuvo mayores intenciones de aprovecharlo, ofreciendo una faena de poca emoción. Tres pinchazos y una contraria para luego matar con el descabello tras un intento fallido. En quinto de la tarde fue otro toro desaprovechado por el torero de Badajoz, quien no mostró determinación ni empeño. Mató de una estocada caída y su labor fue silenciada.
MORA EL TRIUNFADOR. David Mora repitió el plato del triunfo de la tarde previa. El tercero de la tarde fue un buen toro, noble y con movilidad. Lo recibió con tres emocionantes largas cambiadas de rodillas seguidas de verónicas y una media mirando al público que pusieron los tendidos de boca abajo. Brinda a Tino Barragán “Gitanillo Rubio”. Faena muy variada llena de empaque y torería, siempre con el público muy conectado. Mata de con una efectiva media. Recibe una oreja de mucho peso.
El último fue un extraordinario toro de Montagrande, muy bien presentado, bravo, noble y con mucha transmisión, que embestía humillado y haciendo “el avión”. Mora armó un lío desde el inicio cuando con unas emocionantes verónicas. Con la muleta estuvo nuevamente muy variado. Destacaron unos naturales muy profundos y templados. Mató de una gran estocada que reventó al toro. El público no dudó en pedir las dos orejas que le fueron concedidas. Vuelta al ruedo para el toro y una ovación para el ganadero que saludó desde el ruedo.
Una tarde muy completa que dejó al público encantando, y una muestra de que los toreros y el ganado peruano merecen un sitial de mayor importancia en las principales ferias al interior del país.