Es lo que se pregunta Carlos Crespo en un interesante artículo en Burladero. Tengo clavada la imagen de Serafín Marín en el Parlament de Cataluña. Sentado en la tribuna de invitados, cabizbajo y sin poder evitar derramar las lágrimas, contempló como los diputados catalanes golpeaban los cimientos de la democracia, al prohibir a todos los que pensamos distinto. Pero sobre todo, Serafín Marín estaba sólo. Completamente sólo. Una foto que representa el estado real del toreo, de la desunión y la teoría de que aquí a la mayoría le importa un pimiento todo lo que ha ocurrido en Barcelona. Se votaba el futuro del toreo y nosotros tuvimos como representantes al de Montcada y al modesto Enrique Guillén. Nadie más. ¿Dónde estaban las figuras del toreo?¿Qué cosas más importantes tenían qué hacer? ¿Acaso disfrutando de las vacaciones?
MAS PINCHA AQUI