De "Regalo a Sebastian Castella el día de Francia" califica Marca.com el triunfo del galo ayer en la de cierre de San Fermín. Era la tarde de las figuras y "empezó con la salida al ruedo de una especie de marrano con pitones... Parecía como si antes de salir al ruedo le hubieran inyectado con una bomba de aire comprimido. Pero el palco ni se inmutó... Tampoco lo hizo para ponerle un poco de seriedad a la concesión de orejas. Y con el mayor desparpajo le dieron dos a Castella, probablemente para felicitarle con motivo de la fiesta nacional francesa, 14 de julio. Para semejante honor solo necesitó tirar líneas, buscar el efectismo de un par de circulares invertidos y matar de un espadazo. Dos orejas baratas, de plaza turística".
"El quinto toro devolvió a Castella a la cruda realidad. El de Vegahermosa sacó mal genio y mal estilo. Trajo de cabeza a Sebastián y lo revolcó en una cogida tan fea como incruenta, afortunadamente. Ese toro requería otra lidia pero Castella creyó que solo había que pegar pases, y anduvo a la deriva".
En tanto que a Miguel Angel Perera Marca señala que "ejecutó los muletazos más templaditos y bien rematados de la tarde y mató certeramente. Pues ni un pañuelo... También anduvo templado en el sexto, especialmente por el pitón derecho. Por el izquierdo se empeñó hasta lograr alguna tanda aseada. Pero la espada se le negó".
Sobre El Juli señala "que salió a torear con una cornada todavía sin curar del todo, estuvo breve con su lote. El cerdo inflado que abrió plaza y el manso y soso cuarto, no merecían otra lidia. Y la brevedad, en estos casos, se agradece".