3 avisos y una espantá de por medio originó el escándalo con el que concluyó la corrida de ayer en Palancia. El autor, Juan José Padilla. Otrora llamado "ciclón de Jerez", que esta vez sopló en grados de tormenta tropical, ahora que estamos en tiempos de Gustav.
Corrida mansa y parada de Laurentino Carrascosa que tuvo a mal traer al gentío. Sin emoción ni toreo por lo que la actitud de Padilla -intolerable aseguran- de negarse a matar al 4º, cayó como chispa en polvora.
El público increpó que lo masacrara en el caballo y también que se negara a poner banderillas. El jerezano lo macheteó y, cuando se iba a perfilar para matar, repentinamente se fue a las tablas y dejó pasar el tiempo hasta que sonaron los dos avisos. Le intentaron convencer las autoridades. Al final, rozando el tercer recado, se dispuso a matarlo. Pinchazo, bajonazo y tres avisos antes de que el toro se echara. La bronca fue monumental y las almohadillas llovieron al ruedo desde los tendidos, que registraron media entrada.
En la terna estaban Capea y Doyaque. Más de lo mismo.