El viernes 29 de agosto se realizó la primera tarde en el Distrito de Llapa, província de San Miguel, con plaza llena hicieron el paseíllo los matadores Fernando Roca Rey, Alan Díaz y el becerrista Andrés Roca Rey. Se lidiaron cuatro novillos de Paiján y uno de El Milagro.
Fernádo Roca Rey recibe al primero con verónicas y chicuelinas, acude al caballo, recibiendo un picotazo; cogió los palos luciéndose al clavar dos pares y haciendo delirar al público, el animal se queda en la muleta, pero las ganas del matador pueden más y logra sacarle buenos pases de pecho y uno que otro natural, receta una estocada tendida que es suficiente, logrando cortar la primera de la tarde.
En el segundo Alan Díaz recibe a un alegre de Paiján, que repetía con clase ante el capote del matador, al igual que el anterior humilla en el caballo pero solamente lo señalan, coloca dos pares de banderillas en todo lo alto, uno al violín que puso de cabeza la plaza, con la muleta le receta pases de muy buena factura y unos naturales muy profundos, toreando con quietud por ambos pitones, de una estoca ligeramente baja hace rodar al animal cortando los dos apéndices.
A su turno el becerrista El Andi, recibe un colorado de Paiján que tenía mucha movilidad, coge los palos yendo de vacío en el primer intento y colocando en todo lo alto el segundo, recibiendo la ovación del público, ya en el tercer tercio fija al becerro por el pitón derecho, por el izquierdo era casi imposible sacarle un pase, lo que le costó un achuchón sin consecuencias, simula matar al animal recibiendo los premios simbólicos, no nos percatamos quién autorizó el indulto.
Ante el cuarto, que fué el mejor de la tarde por su calidad, Fernando Roca Rey impone su clase fijando al toro y por chicuelinas llevándolo al caballo, en la muleta lo esperó quieto en los medios, con temple y con gusto no se dejó enganchar la muleta, los derechazos y naturales bajando la mano y de pecho para rematar pusieron de pie al público, se tiró sobre el animal al entrar a matar sin suerte y al cuarto intento pudo lograrlo y por su esfuerzo es premiado con vuelta al ruedo.
El último de la tarde correspondió a Alan Díaz, recibiendo un bonito novillo de El Milagro que lamentablemente parecía toreado y a pesar del esfuerzo de los matadores y subalternos no le sacaron un pase, siendo devuelto a los corrales.
Fernádo Roca Rey recibe al primero con verónicas y chicuelinas, acude al caballo, recibiendo un picotazo; cogió los palos luciéndose al clavar dos pares y haciendo delirar al público, el animal se queda en la muleta, pero las ganas del matador pueden más y logra sacarle buenos pases de pecho y uno que otro natural, receta una estocada tendida que es suficiente, logrando cortar la primera de la tarde.
En el segundo Alan Díaz recibe a un alegre de Paiján, que repetía con clase ante el capote del matador, al igual que el anterior humilla en el caballo pero solamente lo señalan, coloca dos pares de banderillas en todo lo alto, uno al violín que puso de cabeza la plaza, con la muleta le receta pases de muy buena factura y unos naturales muy profundos, toreando con quietud por ambos pitones, de una estoca ligeramente baja hace rodar al animal cortando los dos apéndices.
A su turno el becerrista El Andi, recibe un colorado de Paiján que tenía mucha movilidad, coge los palos yendo de vacío en el primer intento y colocando en todo lo alto el segundo, recibiendo la ovación del público, ya en el tercer tercio fija al becerro por el pitón derecho, por el izquierdo era casi imposible sacarle un pase, lo que le costó un achuchón sin consecuencias, simula matar al animal recibiendo los premios simbólicos, no nos percatamos quién autorizó el indulto.
Ante el cuarto, que fué el mejor de la tarde por su calidad, Fernando Roca Rey impone su clase fijando al toro y por chicuelinas llevándolo al caballo, en la muleta lo esperó quieto en los medios, con temple y con gusto no se dejó enganchar la muleta, los derechazos y naturales bajando la mano y de pecho para rematar pusieron de pie al público, se tiró sobre el animal al entrar a matar sin suerte y al cuarto intento pudo lograrlo y por su esfuerzo es premiado con vuelta al ruedo.
El último de la tarde correspondió a Alan Díaz, recibiendo un bonito novillo de El Milagro que lamentablemente parecía toreado y a pesar del esfuerzo de los matadores y subalternos no le sacaron un pase, siendo devuelto a los corrales.