miércoles, 9 de julio de 2008

Castella corneado otra vez. A Perera le roban la puerta grande. Pamplona


Hoy, cuando en Lima eran alrededor de 1:30 p.m. en momentos que estaba hablando hasta España con mi amiga Charo que se encontraba en la plaza de Pamplona, escucho: “lo cogió, está herido”. Fue así que me enteré casi en directo y en simultáneo de la cogida, otra más en menos de 10 días, que sufre el diestro francés Sebastián Castella.

La cornada ha sido en la región escrotal mientras pasaba de muleta al quinto toro de Fuente Ymbro, por quedarse en el sitio, por no perder la cara, por no abreviar, por quedarse y conseguir faena y con ello un triunfo, ante un animal sin condiciones, renuente y que fingió estar metido en muleta. Un derrote seco, certero en los testículos, con abundante derramamiento de sangre humana, no bastó para que Castella cejara en su terquedad de permanecer en el ruedo hasta despachar al bicho. Por su propio pie fue a la enfermería de la plaza. Este gesto ¿les suena conocido? Claro, José Tomás. El valor no es sólo de su propiedad ni de su invención. Es bueno recordarlo.

La corrida /Otro zambombazo de Perera
Fuente Ymbro (5º bis), bien presentados y de juego desigual con varios toros nobles y manejables, destacando el 1º, muy noble y enclasado aunque justo de fuerza y el encastado 6º. El Cid, oreja y silencio. Sebastián Castella, silencio tras dos avisos y ovación. Miguel Ángel Perera, ovación con saludos y oreja con fuerte petición de la segunda.

La baja mano derecha del pacense ligó y bordó el toreo, intercalando algún precioso cambio de mano. Tras unas ceñidas manoletinas, terminó con una estocada algo desprendida. El premio de una oreja supo a poco. Mereció más.
Foto Burladero.com