No le basta con reventar desde el tendido, como lo hizo el año pasado en Chota. Ahora también lidera la reyerta en el callejón de la plaza de una ciudad que no es la suya con aviesas intenciones y ocultos intereses que no son los de la fiesta. Ese, el de la gorrita, es Camacho de Chota, individuo que se permite amenazar con muerte y secuestro a los profesionales del toro, incluso a la autoridad de la plaza, con descarada impunidad y complacencia de los de la comisión de fiestas. ¡INCREIBLE!
Con gente como ésta, Dios nos coja confesados.... ¿o no?