El diestro español Paco Ramos cortó orejas y rabo simbólicos del toro de San José del Monte que indultó en la segunda tarde de la Feria Virgen de la Alta Gracia en Huamachuco. Un apéndice cortó Iván Vicente a su primero y Javier Cortés se fue silenciado. El encierro de San José del Monte tuvo nobleza y clase, su entrega fue condicionada por la condición del ruedo en algunos.
Fue el primero de su lote, 'cerrillero' número 28, pelaje melocotón que embistió con clase y nobleza por abajo. Lo recibió a porta gayola y lanceó por verónicas y empezó a verse las bondades del burel. En muleta llegó con galope y humillando. Imprimió temple y cadencia a su variada faena por ambas manos que cerró con ayudados por alto al tiempo que los tendidos se poblaron de pañuelos pidiendo que se perdone la muerte y así también lo consideró el palco tras la petición del ganadero. Toreó el sexto porque se corrió turno para que Cortés viajara. Este fue complicado, no se entregaba y buscaba, lo intentó desde que se abrió de capote bregando por bajo a los medios y en muleta también pero no pasaba y abrevió.
Lo contrario sucedió con el quinto que fue para Iván Vicente. Probaturas en el capote sin confiarse porque venía midiendo y sin entregarse, lo castigó mucho en varas con el toro empujando por bajo en el pero por largo tiempo. Llegó a muleta y se limitó a tocarle los lados para abreviar. No dejó ver qué condiciones traía el toro. En su primero tocó pelo. Salió con transmisión, humillando con nobleza. Tumbó al picador y se pegó una voltereta por hundir pitones en banderillas por lo que llegó mermado de fuerzas a la muleta de Vicente. Templó y toreó con gusto, naturales y circular invertido al final que el toro tomó con clase. Espada entera y oreja.
Javier Cortés toreó tercero y cuarto por necesidad de viaje. La mala suerte hizo que se rasgara la piel con la puya y debió abreviar. Con el siguiente dibujó bonitos derechazos medidas la faena, a media altura y con desmayo, antes lo llevó prendido de los vuelos por naturales que tomó con clase y largura el toro. Lamentablemente pinchó y el toro ahí se enteró, perdió pies por la pésima condición del ruedo, desigual y flojo, y salió con la taleguilla rota y golpeado porque lo tuvo a merced en el suelo; y siguieron hasta ocho desaciertos, descabellos y arreones peligrosos.
Como ayer, concluyó la corrida de noche con el espectáculo 'Sueño Gitano Perú' de caballos andaluces de Santiago Valladares y caballos peruanos de paso.