lunes, 12 de agosto de 2019

Colombo declarado triunfador de feria en Matara


El torero venezolano Jesús Enrique Colombo fue el triunfador absoluto de la Feria de San Lorenzo de Matara que culminó hoy.

Cortó tres orejas a su lote en tanto que el peruano Alfonso de Lima se llevó una del cuarto y el mexicano Gerardo Adame se fue de vacío. El encierro de la Ganadería Parra al que le cortaron 4 orejas que pudieron ser más, estuvo disparejo de presentación pero con nobleza y clase aunque algunos tuvieron poca fuerza, destacaron por su calidad y encastado juego tercero y cuarto, aplaudidos en el arrastre. Ganadería que recibió el trofeo a la mejor ganadería así como el mejor banderillero fue ‘El Matarino’.

Alfonso de Lima abrió la tarde y pudo haber tocado pelo de no pinchar, empezó con un bonito saludo de capote y a pesar de no ser bien picado llegó con poca fuerza que Alfonso supo administrar en alturas. Inició por naturales y luego cerró con derechazos circulares que el toro tomó con nobleza y clase hasta el final. El cuarto salió encastado derrotando abajo, negro apretado de cornamenta, que no puso las cosas fáciles al limeño pero lo entendió, lances bellos por suaves y mecidos a pies juntos, bregó en banderillas para cuidarlo y en muleta lo recibió rodillas en tierra en los medios y se le arrancó como un obús. Allí sujetó, embarcó y toreó con poderío tanto como suavidad o desmayo imprimió después en pie. Fue un gran toro este 54 de Parra. Estoconazo tras pinchar y oreja.

El mexicano Gerardo Adame no se entendió con el segundo, por el izquierdo se vencía y no se confió, se le quedó crudo en varas y aunque se dobló con él en algún momento no le pudo y abrevió. El quinto fue el pequeñajo, por demás vareado y terciado. Echó tela por bajo en el saludo, fue mal lidiado en los primeros tercios y llegó sin fuerzas a la muleta. Trasteó por ambos lados pero sin conectar porque poca importancia le daban a su labor. Entró dos veces a matar y se fue de cara, en la tercera y con descabellos lo despachó.

Jesús Enrique Colombo se llevó el lote de la tarde en el papel que le dejaron en el sorteo. El tercero fue un gran toro, bien presentado, salió alegre de toriles rematando con furia los burladeros, se entregó en el recibo de capote al llegarle los vuelos al hocico que el torero mecía con gusto y compás tanto como suavidad.

Y es que este es otro Colombo al que vimos en Chota el año pasado, más reposado y haciendo todo con cadencia y gusto. Y así toreó al 55 de Parra. Firme y sutil en el citar, poderoso y con mimo al embarcar para ligar los muletazos en los medios. Dando pausas siempre todo con temple y empaque torero, con los vuelos de la pañosa surge el toreo de quilates. Estoconazo y dos orejas de justicia. El cierra feria tuvo poca fuerza que supo administrar para volver a dibujar el toreo con temple y gusto, no fue faena de alto vuelo pero la espada refrendó y cobró un trofeo más.

Nota aparte es el tercio de banderillas que en sus dos toros cumplió con solvencia no solo por sus facultades físicas y espectacularidad en la ejecución sino y principalmente porque él sólo con el toro en el ruedo, se mueve para encontrar la colocación adecuada, en los terrenos suyos o del toro y lucir los pares. Y eso, señores, es oficio y claras ideas.

En lo personal agradecida por el cariño recibido de los aficionados locales, del pequeño Cayetano, aficionado y seguidor, y porque una vez más constato que la fiesta de toros es universal, sí, y del pueblo peruano también porque aquí en Matara como en casi todas las ciudades taurinas del PERÚ la fiesta no la hacen empresas sino comisiones y gente que dona toros, banda y demás con devoción y agradecimiento a su Santo Patrón y para el goce de sus pueblos.