por EL VITO en Meridiano.com
Se trata de un soberbio conversador, de alguien que cuenta con suficiente rango cultural como para abordar cualquier tema, en cualquier momento, sin necesidad de ser el plomo de la experticia e ir, sin embargo, dejando abiertas las dudas para que surja el interés.
Me refiero a un periodista -que nos honra con su visita en la Feria del Sol de Mérida. Carlos Ruiz Villasuso, un madrileño a carta cabal, periodista taurino por excelencia, aunque sabe caminar con aplomo sobre los caminos sembrados de cristales del flamenco, la literatura, la canción, las ciencias de la comunicación-
Cada sábado Carlos Ruiz nos visita en nuestros hogares, en compañía de los eruditos Belén Plaza y Federico Arnaz, en el muy querido espacio de TVE Tendido Cero.
A Carlos lo conocí hace ya varios lustros, cuando se destacaba entre brillantes periodistas que formaron aquella “quinta” que relevó a la afición del tremendismo mediático, aquel absurdo que integraron Alfonso Navalón, Joaquín Vidal, Carlos Abella, Mariví Romero, el propio Vicente Zabala, y que sin saber por qué reclamaban ser herederos de don Gregorio Corrochano, Curro Meloja, Campos de España y del siempre referido don Antonio Díaz Cañabate.
Nuestro primer encuentro fue en la Taberna Miranda, a espaldas de la Plaza Mayor de Madrid. Se destacaba, siendo muy joven, entre los más brillantes de los miembros del grupo mejor preparado jamás en el periodismo taurino. Jóvenes admiradores confesos de la grandeza metafórica del gran José Alameda, con un sentido universal de la reseña y de la información.
Ellos sostienen hoy la Fiesta, y hoy es, aunque no lo quieran creer, la mejor época de los toros.
Es la de hoy la fiesta de los toros de los más grandes toreros, como dudo hayan existido en otra época tantos, tan variados y tan sabios maestros.
Son las temporadas de los toros más bravos, mejor presentados y de los encastes rescatados.
Días de modernos y bien organizados empresarios.
Todo se ha realizado sobre la base de los mejores comunicadores que han vivido para luchar por la Fiesta de los Toros.
Carlos regresa mañana a su Madrid, añorado pueblo castizo y torero, donde ver toros es una grata aventura y donde leer de toros es sencillamente una maravilla. Tantra, amigos, que a manera de anécdota les cuento que el mejor de los cronistas que ha tenido Sevilla, fue el oscuro notario madrileño, aunque gran periodista taurino don Luis Bollaín.
Con ansiedad esperamos sus letras que ha de reunir para expresar su opinión sobre lo que, lamentablemente, va quedando de la Fiesta de los Toros en Venezuela. Fiesta en aparente camino de la extinción, sin toreros y ganaderos que la defiendan, pero con restos de hombres valientes, como son los hermanos Rodríguez Jáuregui, que han construido en Mérida el último bastión en defensa de los toros en Venezuela.
Me refiero a un periodista -que nos honra con su visita en la Feria del Sol de Mérida. Carlos Ruiz Villasuso, un madrileño a carta cabal, periodista taurino por excelencia, aunque sabe caminar con aplomo sobre los caminos sembrados de cristales del flamenco, la literatura, la canción, las ciencias de la comunicación-
Cada sábado Carlos Ruiz nos visita en nuestros hogares, en compañía de los eruditos Belén Plaza y Federico Arnaz, en el muy querido espacio de TVE Tendido Cero.
A Carlos lo conocí hace ya varios lustros, cuando se destacaba entre brillantes periodistas que formaron aquella “quinta” que relevó a la afición del tremendismo mediático, aquel absurdo que integraron Alfonso Navalón, Joaquín Vidal, Carlos Abella, Mariví Romero, el propio Vicente Zabala, y que sin saber por qué reclamaban ser herederos de don Gregorio Corrochano, Curro Meloja, Campos de España y del siempre referido don Antonio Díaz Cañabate.
Nuestro primer encuentro fue en la Taberna Miranda, a espaldas de la Plaza Mayor de Madrid. Se destacaba, siendo muy joven, entre los más brillantes de los miembros del grupo mejor preparado jamás en el periodismo taurino. Jóvenes admiradores confesos de la grandeza metafórica del gran José Alameda, con un sentido universal de la reseña y de la información.
Ellos sostienen hoy la Fiesta, y hoy es, aunque no lo quieran creer, la mejor época de los toros.
Es la de hoy la fiesta de los toros de los más grandes toreros, como dudo hayan existido en otra época tantos, tan variados y tan sabios maestros.
Son las temporadas de los toros más bravos, mejor presentados y de los encastes rescatados.
Días de modernos y bien organizados empresarios.
Todo se ha realizado sobre la base de los mejores comunicadores que han vivido para luchar por la Fiesta de los Toros.
Carlos regresa mañana a su Madrid, añorado pueblo castizo y torero, donde ver toros es una grata aventura y donde leer de toros es sencillamente una maravilla. Tantra, amigos, que a manera de anécdota les cuento que el mejor de los cronistas que ha tenido Sevilla, fue el oscuro notario madrileño, aunque gran periodista taurino don Luis Bollaín.
Con ansiedad esperamos sus letras que ha de reunir para expresar su opinión sobre lo que, lamentablemente, va quedando de la Fiesta de los Toros en Venezuela. Fiesta en aparente camino de la extinción, sin toreros y ganaderos que la defiendan, pero con restos de hombres valientes, como son los hermanos Rodríguez Jáuregui, que han construido en Mérida el último bastión en defensa de los toros en Venezuela.