Mal librado en el sorteo, el torero de Galapagar cortó una dadivosa oreja tras una faena de once minutos. Los dos mejores toros fueron para Manolo Sanchez. La corrida estaba pensada para José Tomás y no para Manolo Sánchez. Ni siquiera para Miguel Ángel Perera, que no venía de comparsa sino todo lo contrario. Perera vino a echarle a José Tomás un pulso o el guante. No llegó a haber propiamente reto ni desafío. Y si lo hubo, José Tomás no se dio por aludido. Barquerito.