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lunes, 7 de noviembre de 2022

Acho. Crónica dérmica entre Ferrera en su estado de gracia y el fuera Castillo en desgracia



Por Magaly Zapata 

En breve y rigor fue la de ayer una buena tarde con toros buenos y toreros que dieron espectáculo. Triunfo grande el de Ferrera con dos orejas; De Justo uno que pudieron ser dos y también para el peruano Galdós. Pero hubo mucho más y si me dejas, aquí te lo cuento.  


No es ninguna novedad que a través de su historia que es la historia del Perú, Acho nuestra sesquibicentenaria plaza de toros y catedral americana del toreo ha sido un termómetro político en cada momento crítico o no que ha vivido nuestro país.  Y quien quiera taparlo hace de tonto.  Por eso es que esta crónica dérmica y de puerta grande se verá iniciada por aquella esencia relatada y porque los gritos en unánime coro retumbaron su historia, su arquería de madera antañona tanto como cada alma vida y corazón que sentada se hallaba y que por esas cosas del toro, teníamos la necesidad imperativa de echarlo para afuera.  


Siendo como fue, ayer domingo 6 de noviembre 2022, el día después de una multitudinaria marcha de protesta popular contra los enquistados en el poder por el único afán de saquearlo e imponerse con trasnochadas afanes.  FUERA CASTILLO FUERA se oyó en unánime voz una y otra vez.  Este el Peru que asiste a su plaza, y no el pítuco señor, no se equivoque, es una amalgama de identidades la que asiste, mestiza y chola y zamba que además va en transversal línea de lo que llaman estratos socios económicos, y así  todos nos unimos en nuestra tradición y ayer el pueblo taurino unido, en 3/4 de su aforo,  en su momnumental historia  se pronunció. 


Dicho esto es imperioso señalar que Acho empezó agitar su alma desde que roto el paseíllo brindó estruendosa ovación a la terna y reconoció en ello la presencia del peruano y del  recientemente reaparecido tras percance.  Arrobada el alma empezó la danza en la arena y fue con el español Antonio Ferrera con su especial expresión capotera aunque después el correlato  del toro no existiera como fundamento para romper sino orientarse y a pesar de ponerse sabiéndolo, no hubo premio al esfuerzo. Y antes de entrar al siguiente en orden de lidia  será menester reseñar por orden de triunfo a quien se llevó el gato completo al agua. 


Doble trofeo hubo en el cuarto, un toro de una calidad excepcional, de aquellas 'linduritas de Paiján'  que embestía a galope franco y noble, que supo trasmitirnos emoción con su bravura,  con la cabeza abajo, sin malicia, y mucha obediencia, colocándose para dejar en absoluta comodidad al torero ejecutar su conocido arte de Churriguera, ese que por diferente aunque exagerado en sus formas atiborradas  con adornos de artificio en un arte de birlibirloque donde el engaño debe ser  al toro para someterlo, cuando sometió por abajo y barrió la arena en un par de tandas, anclado y ligando en los medios, fue cuando nos dejó ver la real dimensión de su bravura y Acho realmente crujió y se dejó llevar por la puesta en escena hasta aquel final y singular ejecución de una suerte suprema que por ser la rúbrica, debiera tener una sobriedad bíblica y no buscar una vana espectacularidad. Pero si el soberano traga, quien soy yo para ir en sentido contrario. A unos cala el toreo de epidermis, que te voy a contar.  


Y porque todo hay que reseñar, digo que el pasodoble instrumentado en este turno  fue dedicado al Dr. César Baltazar, el ángel de los toreros, autoría del recordado doctor Moises Tacuri; y también digo que esa espada cayó bien desprendida, lo que ese soberano no valoró para pedir trofeos y la autoridad también cayó en el juego.  


Un juego que se trocó por un momento en jugadaza, celada que tendió Ferrera a sus compañeros de profesión al invitarlos a banderillear.  Señores, Ferrera lleva tiempo sin hacerlo ex profeso en su tauromaquia, lo hace cuando apretado está, y estaba porque ellos ya habían tocado pelo; por tanto buscar triunfo a costas de la posibilidad de dejar KO a sus alternantes, sea por la posibilidad de no estar a la altura o declinar el convite, no es de recibo.  Así no se juega.  De Justo declinó, recordemos que además mantienen secuelas de su grave lesión, que toree ya es un milagro y nunca tuvo en su tauromaquia esa suerte vistosa pero de mucha exposición; Galdós, tampoco la tiene pero siendo dueño de casa tuvo que tragar. Y solventó la papeleta bien en ejecución y colocación. Pero no tenía idea de que ello sucedería. Lo confesó ante mi pregunta en el callejón.  Así no es Ferrera, así no es. Como no es lucir  esos enormes  capotes de brega 'trendy' sea color pitufo o verdosos que alejan la suerte en su expresión cromática del rito y oficio sacramental. Me contaron al salir que alguien desde el tendido le arrojó un capote, a ver si así aprendes, dicen que le dijo. Ahí lo dejo.  


Volviendo casi al inicio, remontémonos al segundo turno y fue cuando apenas empezada la tarde que Acho empezó a rugir,  desde que se abrió de capote Emilio de Justo y cinceló con ortodoxia torera enfundada en nutridos bordados de oro, que se antojaron como columnatas bizantinas con sus arcos capiteles dibujados sobre la arena sosteniendo su toreo puro y excelso. 


El olé de Acho es especial, es único, será acaso porque se eleva hasta el cerro San Cristóbal y cuál caja de resonancia en sus vetustas maderas cimbrea nuestras almas.  


Y ese olé ayer, señores, emergió sonoro y vibrante desde el genuflexo inicio de capa hasta las series templadas, sometiendo y conduciendo por abajo y pulseando para dar profundidad de roto quejido en su cante en  un De Justo en sazón de perfección expresiva clásica. La espada cayó arriba en colocación tras perfecta ejecución y eficacia. Y si a esto, señores,  no se premia ni exige el doble trofeo es que la percepción de lo cabal en los cánones taurinos y su liturgia, está en franca decadencia.  Sostuvo, sometió, embebió para ligar. Esta fue faena de macizo poderío depurado, con el clasicismo de la torería como artilugio expresivo, seco y hondo exento de artificios como aquella otra que ya comenté.  El caso es que De Justo paseó una oreja y el quinto no le permitió redondear su tarde, el motor de la casta se apagó pronto y quedó en silencio. 


Algo similar le sucedió al paisano Joaquín Galdós.  Su primero se iba de los capotes y tras los tercios de rigor se refugió en tablas, algo le vio y apostó.  Se dejó ver en vistoso adorno para invitarlo a venir de largo y sorpresivamente hincado en los medios lo toreó con temple y gallardía, ligando empapando de sutileza la embestida codiciosa del olivareño que hasta cimbreaba y se ajustaba al son de la muleta poderosa del limeño.  Una tras otras las series y el olé surgía y resurgía cada vez más estentóreo.  Ay. Aquellos circulares cuando invita por el revés y desde muy allá… como los tomó, con que calidad, si parecían naturales de espaldas, largos, hondos profundos, naturales en redondo.  Acho enloqueció pero la espada nos aterrizó y lo que iba para faena de premios, por error de colocación en la suerte, pinchó y la cosa quedó en una oreja que no pudo ser coronada con el sexto. Un astado que si bien se empleó por abajo con calidad no trasmitió y finalmente la obra se diluyó.  


Una tarde que empezó con sol abrasador y mediada  la misma se enfrió y nos entoldó el coso de gris pero no el alma,  para degustar y  paladear y disfrutar del toreo bueno.  Como buena en líneas generales fue la condición de bravos de los hierros La Viña y El Olivar de la Casa Vásquez de Paiján. Y anoten que candidatos a trofeos empiezan a desfilar. Romero número 18 de El Olivar lidiado en 4o lugar y Ferrera por la faena que le realizó porque fue premiada con doble trofeo.  


Y LOS ALGUACILILLO DONDE ESTÁN. Lo que es, debe ser y perdurar.  Y en eso no podemos transigir ante caprichos y antojos de algún iluminado que por suertes del destino debe gestonar nuestra Feria Señor de Los Milagros.  Gestionar una feria no les da derecho a destruir el RITO del toreo, con la figura de chalanes que bien pueden adornar una tarde pero no reemplazar una parte del rito que es esencial en la simbolización del origen de la fiesta de toros, que es además nuestra tradición.  


ENTREBASTIDORES

En patio de cuadrilllas antes del paseíllo se oía la voz de un niño que asomado agueitaba y le decía a Galdós: Joaquín yo le escribí a tu hermano de mi para que te diga… el empresario Pablo Moreno me pregunta que dice El Niño? Le comenté.  Al  minuto me dice, lo hice bajar, quería una foto.  Mientras exista un Niño aficionado tendremos fiesta para rato.  


TORO A TORO 

Primero de La Viña para FERRERAi que lo recibe por verónicas y chicuelinas al caballo.  El Rata prendido en su segundo par.  Llega cortito de recorrido y pica fuerza. Trasteo diestro a media altura en uno de pecho por el derecho se le cuela feamente.  Le levanta los pies del suelo. Se orientó por los dos lados. Se jugó la cornada por buscarle las vueltas.  Estocada en los blandos. Descabella. Tibias palmas y pitos al toro.  


Segundo de La Viña para EMILIO de Justo saluda rodilla flexionada pero por el izquierdo se vence mucho.   Caro echa bien la vara pero cae muy atrás.  Bien ejecutado el tercio de banderillas el toro espera.  Bonito inicio por abajo a los medios muy torero.  Se encaja manda somete le tapa la cara y le puede con torería que emociona y Acho ruge.  Incluso por el izquierdo que buscaba le roba con exposición un par de naturales pulseando.  Receta un Estoconazo arriba y dobla.  Faena de torería y poderío maciza y comentada en saber y poder.   Grande cante.  Oreja.  


El tercero de El Olivar para Galdos.  Sale suelto y solo lo prueba. Se va zona de toriles.  Buena  puya de Fran.  Intensa faena en los medios iniciando de rodillas y encendiendo los tendidos. Bajo la mano y sometió entregado a un buen toro que galopó y tuvo fijeza.  Los circulares en largo por uno y otro pitón despertaron más Oles.  Pincha en la natural y entera en la contraria.   Palmas al toro y oreja.  


Ferrera lances a los medios a Romero de El Olivar.  Buena vara de Joseph. Quite aplaudido.  Invita a los compañeros en banderillas Eso no se hace. Ventajista. Invitando a Galdos. EMILIO declinó. Ovacionados los dos.  El mejor en condición. Noble y humilla con son. Repertorio clásico suyo peor la plaza rugió cuando lo llevaba por abajo largo con temple. El toro se aburre y la Estocada debe ser hacia toriles.  El toro se entregó en el acero cayó atrás y desprendido. Petición y dos orejas. 


La Viña en el quinto para EMILIO de Justo por verónicas a los medios. Tiene nobleza y repite pero se apaga pronto, el porfió y empujó pero no remontó vuelos la faena y además dos pinchazos.  Silencio.


El sexto un tanto desentendido sin Historia en el capote de Galdós. Larga vara protestada de Fran. Porfió y lo intentó pero el toro se apagó.  


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