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viernes, 24 de diciembre de 2010

En esta noche de Luz y Vida... Te deseo una FELIZ NAVIDAD

Con la obligación social de seguir el espíritu comercial que desde aquel pino adornado y nevado normalmente se desprende por aquello de los obsequios especialmente para los niños, no queremos apartarnos del esencial sentido que esta noche tiene para los que somos creyentes, aunque no siempre practicantes. 


La noche es sinónimo de tinieblas y de muerte, pero una sola noche al año es sinónimo de Luz y de Vida. Es esta noche. La Nochebuena, la noche de Navidad, la noche en que se celebra el nacimiento de Jesús.

Celebración con su razón
Parece que en el inicio de la organización del calendario de fiestas y conmemoraciones cristianas, se celebraba el nacimiento de Jesús el 6 de enero, atendiendo no tanto al hecho de nacer, sino al de incorporarse (aparecer) a la humanidad. Por eso se la llamó Epifania (Epifanía), que significa "aparición".

Pero no había manera de acabar con las fiestas paganas del solsticio de invierno, que en tiempo coincidieron con las Saturnales, por lo que la Iglesia decidió renunciar a su eliminación y optar por su cristianización. Por tanto, dejando en su fecha la fiesta de la Epifanía, la Iglesia instituyó la fiesta de la conmemoración del Nacimiento de Jesús y la situó justamente el 25 de Diciembre, fecha en que se estaban celebrando las fiestas paganas del solsticio de invierno.

Y porque éstas eran fiestas en que se celebraba el fin del alargamiento de la noche y el principio del alargamiento del día, asimilado a los ciclos vitales de la naturaleza (incluida la humana), hubo de ser el nacimiento y no la "aparición" de Cristo lo que se celebrase.


No basta con repetir un gesto tradicional, aunque sea importante. 

Hay que intentar vivir en la realidad del día a día lo que el pesebre representa, es decir el amor de Cristo, su humildad, su pobreza... 

El pesebre es una escuela de vida donde podemos aprender el secreto de la verdadera alegría... 

La Virgen y San José no parecen una familia muy afortunada; han tenido su primer hijo en medio de grandes dificultades... Sin embargo están llenos de profunda alegría, porque se aman, se ayudan, y sobre todo están seguros de que en su historia está la obra de Dios, presente en el pequeño Jesús... 

¿Y los pastores? ¿Qué motivo tienen para  alegrarse? El Bebé no cambiará realmente su condición de pobreza y de marginación pero la fe les ayuda a reconocer en el "niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre", el "signo" del cumplimiento de las promesas de Dios para todos los hombres "en quienes él se complace" 
(BENEDICTO XVI)