lunes, 26 de abril de 2010

Gracias México por salvarnos a José Tomás.

Gracias a Dios que México nos devolvió a José Tomás. Primero, al hombre, y después al torero. Por si le faltaba algo, JT ya está en el Olimpo del Toreo y es el matador más conocido a nivel mundial, por el gran número de medios informativos actuales, de toda la historia. Gracias México, por salvarnos a José Tomás, torero tan vuestro como nuestro y desde el sábado, definitivamente, hispano mejicano. Gracias por la pericia de los médicos ante esta gran cornada. Gracias por los medios sanitarios de Aguascalientes. Gracias por vuestros cuidados. Gracias por la rapidez para cortar la hemorragia. Gracias por tantas cosas. Se le hiela a uno la sangre al leer que fue operado sin anestesia ante la urgencia del caso. O ligar venas o desenlace fatal. Se queda uno de piedra al ver el reguero de sangre hasta la enfermería. Se queda uno sorprendido ante tanto tiempo de intervención : tres horas y media. Se tranquiliza uno al contemplar el helicóptero en las afueras de la plaza. Se queda uno pensativo al ver la cogida. ¿Evitable? ¿Pudo quitarse al toro de encima con un toque, o dar un salto hacia atrás, o fue producto de una embestida enhebrada con la que acababa?

El caso es que, si JT ya estaba en la historia del toreo, ahora agranda esa leyenda y ese mito y el mundo entero, taurino, antitaurino, lejano o cercano, no habla más que de él. Cuando alguien está tocado por el destino, hasta las desgracias lo agrandan. Los toreros son héroes. Por eso el toreo es eterno y perdurará, pero hay pocos que pasan al Olimpo. Y JT por su toreo o por la sangre derramada ya está instalado en él. Lo importante ahora es una cura total. Lo futuro es pensar si volverá a torear, si será el mismo, si vendrá –aunque parezca mentira- con más valentía. Una contradicción que ya le ha ocurrido a muchos toreros. Dicen que por la sangre se va el valor. A unos sí y a otros no. Por la sangre derramada les entra. El ya lo ha demostrado en su carrera. JT se hizo torero en México. Y uno de sus puntos grandes fue Aguascalientes, que ha estado a punto de llevárselo. Ahora es más mejicano porque toda la sangre de su cuerpo hoy es mexicana.
Asombra leer que se pedía sangre por los altavoces de la plaza, cosa que nunca ha ocurrido que yo sepa aunque no valiera para nada, pero este JT siempre abre caminos.

Muchos decían que siempre ha buscado la muerte, recordando a su ídolo Manolete, o al menos la cornada. Esta es una de las muchas cosas que se hablan sin saber o sin pensar. Las cornadas vienen porque vienen y la otra la manda Dios, que es el que puede. Este JT de sangre mejicana supongo que en temporadas sucesivas seguirá dejando con la boca abierta a la afición del mundo, la leyenda ya lo avala y es el torero más conocido a nivel mundial desde la llegada y la locura de Manuel Benítez “El Cordobés”. Quizá ya el más conocido de la historia. Tanto medio informativo actual así lo demuestra. Ahora lo importante es la recuperación total del de Galapagar y también dar gracias a México y a los mexicanos porque lo han recuperado para la vida y también para el toreo.

Fuente: avance taurino. Por Ricardo Diaz-Manresa.