Hoy se cumplió la primera tarde de la Feria Señor del Costado de Santa Cruz en Cajamarca con el triunfo a empate de los diestros Sánchez Vara y Juan Carlos Cubas, ambos salieron a hombros al cortar dos orejas en los segundos de sus lotes y dieron vuelta en los primeros. Se lidiaron astados de Navarrete de Ayacucho que se dejaron con nobleza por matices, destacando 3o aún cuando miraba tablas, y 4o que fue el de mejores hechuras y tomó mejor la muleta.
Sánchez Vara mostró una vez más en ruedo peruano de sus tablas, de su oficio, y de cómo construir con esa base interesantes faenas, con temple y tocando las teclas pertinentes. En su primero, al que lanceó a gusto hacia afuera porque se desplazaba, en muleta porfió pero llegó más parado y soso. Toreó con temple pero no remontó y pinchó. Vuelta al ruedo.
En el otro, la clave era taparle la salida y no dejar que tropezara el engaño cuando pegaba torbillazos y así lo hizo. Lo convenció a embestir obligado y después más libre en tablas donde dio más fiesta. Dos enteras y dos orejas.
El peruano Juan Carlos Cubas obtuvo similar resultado en una tarde en la que se le vio firme y con oficio aunque creo que alargar faena le pasó factura en los pinchazos. En su primero, el que más cosas de manso hizo, intentó irse al callejón 4 veces en sus dos salidas al ruedo de chiqueros por error en corrales. Pero Cubas quiso apostar por ese pitón izquierdo en los medios, sujetando y templando, largo y por bajo, lo cuajó. Era el lado más largo de mejor condición ya que el derecho se revolvía y se quedaba corto pero aún así tomó la muleta por ahí y le endilgó una serie. Con el toro en tablas demoró en cuadrar y pinchó para después dejarla caída. Vuelta al ruedo.
Con el cierra tarde, el de más bonitas hechuras, cárdeno claro y bajito, lanceó a los medios. El inicio desde tablas fue muy torero, doblándose por abajo. Ya en los medios construyó faena templa, mandando por abajo con un toro metiendo la cabeza, aunque en banderillas nos dejó ver qué esperaba, tanto que cazó al banderillero Camucho sin consecuencias. Pero en muleta, sea porque quiso ir a mejor, sea porque también el torero estuvo firme y con oficio, la faena y el toreo surgió, con muletazos de calidad. Primero igualó en la contraria pero era de entrar en suerte natural a la muerte y rodó de espadazo. Dos orejas pedidas con fuerza.
Primer mano a mano, empatado, con dos orejas cada uno así como puerta grande. Tarde que se pintaba desapacible por la torrencial lluvia que cayó en la ciudad pero que escampó y nos dejó el Sol para los toros. Que así sea mañana.