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José Guillermo Cardona desde Madrid
La corrida de Miura, ha sido otra decepción en una semana que ni las duras ni las maduras han funcionado. Poca raza y poca transmisión y cuando esos dos componentes no se unen la cosa se complica, porque aunque el toro pase le falta emoción y calidad, si no era que no podían mi caminar sin perder manos.
Todo empezó muy mal, el primer toro muy protestado por que no pasa, se derrumba y Rafaelillo, por más que quisiera no puede sacar agua de un pozo seco. Un toro impedido para caminar, el coro de fuera del palco, para el presidente retumbó en las Ventas.
Tres pares de banderillas muy puros, abrieron la faena del segundo, con mucha verdad, poderío y torería cubrieron el tercio, Ángel Otero y Fernando Sánchez, entrando en cada ocasión alternando pitón, reuniendo y asomándose al balcón, luego el toro se paró, buscó a Castaño, quien estuvo muy dispuesto y le buscó embestidas a un orientado ejemplar de Miura, que además no colaboró.
La cosa siguió con mal sabor, Serafín Marin, tenía un cartucho por quemar, uno de los pocos toreros que repetían actuación en San Isidro. No tuvo mejor fortuna que sus compañeros de terna y el bonito ejemplar que la familia Miura había enviado se amarró al piso como sus hermanos.
Rafaelillo, había venido a Madrid a por todas, brindó al público y se fue al tercio para poner las dos rodillas en tierra y verse venir al toro, que le regalo 3 embestidas por bajo para rematar con el de pecho. Ya de pie y más encajado el torero, se empleó y le encontró el sitio y la distancia al burel, donde por la mano izquierda dejó dos tandas de trazo largo y mandando, las cambió por un fuerte achuchón. Cuando tomó la derecha no bajó la intensidad Rubio, y le arrancó a ley muletazos de mucho riesgo, poderío y estética, pinchó la oreja que tenía lista en el esportón, pero la plaza le agradeció la entrega.
Serafín Marin, cerraba festejo, con "Arenoso" el último toro del San Isidro, buen ejemplar que metió la cara, pero con el que, el torero de Barcelona, no se pudo encontrar a gusto ni echar la tarde adelante, la gente en contra de él y éste con pocas ganas de tirar la moneda y apostar. Se fue el toro para el desolladero con dos orejas que eran un triunfo grande.
Corrida poco entretenida de Miura a la que exceptuando el sexto, le faltó raza y calidad. Donde Rafaelillo dio una vuelta al rueda, con lágrimas y sonrisas, un premio que vale más que muchas orejas en cualquier plaza del mundo, entre las palmas del público que le demostró su cariño y agradecía y su valor.
FICHA DEL FESTEJO
Madrid-San Isidro, última de feria. 6 toros de Miura, mansos en general, pitado el primero en el arrastre, destacando por sobre todos el sexto de la tarde: Bravo y con calidad.
Rafael Rubio "Rafaelillo" (grosella y oro con cabos blancos) silencio y vuelta al ruedo tras aviso.
Javier Castaño (blanco y oro) silencio tras aviso y silencio.
Serafín Marin (celeste y oro) silencio y pitos.
INCIDENCIAS:
Saludaron una gran ovación en el segundo toro de la tarde, Ángel Otero y Fernando Sánchez, al ejecutar una excelente suerte de banderillas.
Cornada a Marco Galán, al intentar poner el primer par del quinto toro. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros.
PARTE MÉDICO: El banderillero Marco Galán fue intervenido en la enfermería de una ‘herida por asta en escroto que produce contusión y evisceración del testículo izquierdo. Puntazo corrido en pierna izquierda. Contusiones y erosiones múltiples.