domingo, 26 de septiembre de 2010

Video. Morante en Barcelona. ¿Que esto no es arte?

Pedro Abad-Schuster

Barcelona, sábado 25 de septiembre de 2010. 2ª de la Feria de la Libertad. Menos de media plaza. Toros de Zalduendo, uno de Parladé, terciados y flojos. 5º: noble. Raúl Gracia El Tato: saludos, oreja que recogió la cuadrilla. Morante de la Puebla: saludos, dos orejas. El Fandi: saludos, silencio. Dos videos de la tarde de Morante en Barcelona (copiar y pegar): http://www.mundotoro.tv/#videoId=26973734 http://www.burladero.com/festejos/014321/paseillo/barcelona/protesta

Morante llegó con su terno grana y oro, con su capote terso, dulzón, lacio y derribó todos los códigos para ponernos de acuerdo a todos con un olé. Faena rotunda y maciza, "roto" el torero, descolgado de hombros y totalmente entregado. Toreo de suma pureza, profundidad y sentimiento, de muletazos de manos muy bajas, templadísimos y de extraordinario regusto. Morante ha reivindicado el toreo de la mejor manera que se puede hacer. El sevillano ha paseado las dos orejas del quinto de Zalduendo, el mejor de una corrida terciada y justa de fuerzas con la que El Tato ha dejado destellos de buen toreo y se ha dañado en el hombro.



El delirio duró más de lo esperado. El 5º de Zalduendo salió suelto y Morante no pudo lucirse en el capote. Todo cambió tras el tercio de banderillas, con el animal viniéndose arriba. Tomó la mano de los pinceles, presentó la muleta planchada y uno a uno pintó pases de colorido genial. Cumbre a izquierdas: el toque ideal, un pasito y ataque valiente al zalduendo, que mejoró en sus manos. La faena creció en series larguísimas y de mano muy maja, templadísimas, gustándose y gustando. Fue Morante en estado puro, toreando con muchísima naturalidad y elegancia. El argumento de Morante, estampa de asiento y temple, era todo verdad. En el ecuador, cuajó una ronda espléndida. Mientras la gente entraba en éxtasis, homenajeó a la izquierda ante un rival escarbador: con el mentón hundido, le invitó a acariciar sus telas. A algún muletazo sólo le faltaba el marco para exhibirse en un museo. Ahí quedó un añejo molinete. Su naturalidad y su armonía sabían a gloria. La plaza parecía un manicomio. Cada vez más crecido el Torero, retomó la senda diestra y deletreó el arte de torear. La plaza siguió la faena con mucho fervor, "rugiendo" en olés, mientras el de La Puebla no cesaba de "emborracharse" toreando, dando tiempo a que sonara un aviso antes de montar la espada. Buena estocada. La obra merecía las dos orejas. La afición se echó a la calle para izar a hombros al torero y Morante, como años ha, fue llevado a hombros por las calles de Barcelona hasta el hotel mientras hacían un canto a la afición y a la libertad. Algo histórico y pasional. (Fuente: ABC/ cope/la razón.es)

Fotos: http://www.burladero.com/galerias/014324/barcelona/septiembre