Por Pedro Abad-Schuster
7ª novillada: Plaza Monumental Nuevo Progreso de Guadalajara, Jalisco. Domingo 26 de septiembre 2010.
El video está en el link: http://www.youtube.com/watch?v=rYsJTWtMf-k&feature=channel Las fotos de la novillada están en el link: http://www.mundotoromexico.com/2010/index.php?acc=galprod&id=1206
Extractos del artículo en el Diario El Informador. Siempre veo con mucho interés los ejemplares que vengan del campo bravo de una familia con prosapia y abolengo como prestigio merecidamente ganado, como la del ganadero José Julián Llaguno. Ahora, su hijo José Miguel, con el hierro y la divisa de Arroyo Hondo, ha traído una novillada de auténtico lujo, vamos, que en otras plazas se hubiese dado como corrida de toros, con presentación y crianza, con alta de romana, casi todos cercanos a los 500 kilos, con hechuras, finos de pezuñas, bien cubiertos los cuartos traseros que cumpliendo en varas, -- al segundo casi lo mata el cabalgante matarife --, que conformaron un encierro importante, que importancia tenía todo lo que con los astados se hiciera, ofreciendo lidias para lucir sobresaliendo primero, quinto que era de arrastre lento y sexto, con son, con claridad, fijeza, temple y recorrido, a toda vez que los restantes se dejaron meter mano, sólo que…
Sólo que los de la terna, con distintos matices, estuvieron muy por debajo de las condiciones de los ejemplares, dejando pasar la oportunidad. Vamos, que como vulgarmente se dice, tan simple como llanamente, no pudieron…Daniel Martín El Dani, joven ibérico que busca campaña, ante el astifino y bien armado que abrió tarde se hizo aplaudir en verónicas rematadas con media y… Y no volvió a escuchar palmas, faltándole acoplamiento con la muleta en una labor con cites de alta voz que resonaban en el coso, pero sin concretar entre enganchones, desaprovechando al Llaguno que fue despedido con ovación en el arrastre, luego de que Daniel pasara la negra para matar recibiendo un aviso del palco. Todos los astados tienen su terreno, y con el cuarto le faltó ponerse en él, buscando distancia y espacio. No lo encontró El Dani, midiéndose mucho para cruzarse lo necesario y colocarse en el sitio. Deslavazada su actuación mirando al matar más la cara del burel que el morrillo pinchando en dos envites y cobrando entera, perdiendo el engaño, resultando de nueva vez silenciado.
De lo poco, muy poco, poquísimo que se pudo ver lo realizó Alfonso Mateos con el quinto, -- que era de triunfo grande --, ya que con el segundo permitió que casi se lo mataran en la vara con un puyazo de delito del que salió el novillo diezmado, llegando parado al último tercio. Con su segundo, decía, planteó bien la faena, cogiéndole, no sin cierta intermitencia, la cadencia del noble, ligando series por abajo con la diestra y la zurda con expresión plástica, pero falta de intensidad, ya que el Llaguno tenía mucho fondo y emotividad, rematando con pases de costadillo, que no de pecho, en los que he escrito en muchas ocasiones, hay que vaciar a la hombrera contraria. Sepultando el acero en media tendida, colocación por la cual no dobló, y cinco golpes de descabello con la espada corta le valió el escuchar un aviso. Qué pena de ejemplar, cuán desaprovechado fue…
Con mucho verdor, tanto como su buena voluntad, debo decirlo, Alejandro Corona pasó totalmente desapercibido con su primero, si acaso alguno que otro muletazo aislado, pero nada más. Con el sexto que cerró plaza, otro novillo para triunfar, se hizo aplaudir en lances a pies juntos y un quite por chicuelinas, para iniciar su labor con dos cambiados por la espalda en el centro mismo del platillo, y unas series de ayudados por abajo y al natural con la izquierda, que tuvieron tono de más a menos. El chaval es muy joven y largo camino por delante tendrá. Cosa será que en el rodaje aprenda sobre la estructura y el desarrollo de una faena para no caer en el papel de pega, pases que es lo que lamentablemente pulula en exceso en las filas novilleriles y…Y, por supuesto, enseñarse a matar. A que hay que perfilarse en corto y por derecho, y no irse desde que monta el estoque quedándose en la cara sin pasarse, recibiendo dos avisos, y de suerte no llegó el tercero, lo que deslució su actuación.
Por cierto, y créaseme que soy el primero en tocar las palmas a los banderilleros cuando desempeñan su labor con lujo y torería, pero que ante cualquier par, bueno sí, pero no extraordinario que es el que se debe premiar, se saque a los rehileteros a destocarse de la montera y saludar, hay su marcada diferencia. Ayer no recuerdo cuántas veces sucedió, observando la vergüenza profesional y el orgullo propio de un torero de plata como Fermín Quiroz, -- quien además está bregando estupendamente, dejando ver con claridad a los toros --, que se negó, luego de un cuarteo a saludar. Bien torero, a eso hay que llamarle honestidad profesional… Fuente: Diario El informador de Guadalajara-Francisco Baruqui.