Este hito científico es fruto de un proyecto dirigido por el director del equipo investigador de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria, Vicente Torrent, y la investigadora Rita Cervera.
Aquí ya se ha roto la tradición ganadera por la que el becerro lleva el nombre de la madre, que es una vaca frisona llamada "Leonís", que hizo de vientre de alquiler en favor de la ciencia. En las próximas horas se espera que nazca un segundo becerro clonado de otra frisona, también una réplica exacta por parte de padre, al que llamarán «Glass». Y en los meses de verano europeo nacerá el tercer hermano, pero éste de una vaca brava de la finca gaditana de Javier Guardiola Domínguez. Este benjamín, que crecerá en una dehesa, es la auténtica promesa que puede saltar a los ruedos.
Fuentes: ABC-EFE-A3