lunes, 10 de mayo de 2010

La raspa

Por Rosa Jiménez Cano, Blog El País

El año pasado todo el mundo se quejaba de Florito como veedor de la empresa. Este año no se da la ocasión de meterse con él.

Ni se dice un nombre de un veedor. La culpa es del campo. Por lo visto con la hierba no se rematan los toros. Y como ha llovido hay mucha hierba.

Cuando hay sequía tampoco se rematan los toros, y también se caen. Pero el argumento para justificar la debilidad de los toros es precisamente la contraria.

La novillada de Carmen Segovia no pasó completa. Cada vez es más normal que no se lidie el encierro íntegro. Algún día un ganadero tendría que llevarse la corrida completa. Es una cuestión de honor.

En Las Ventas se lidiaron raspas, sardinas, novillos sin hacer. Impresentables para una plaza como esta.

Thomas Joubert ha perdido puntos desde su última actuación. De acuerdo en que el viento no le dejaba estar pero hizo el mismo viento para todos. Sin recursos ni ideas, su cuadrilla terminó de estropear todo en el cuarto novillo.

Juan del Álamo, seguro y con la lección aprendida, arrancó una oreja. Bien ganada, insistente, con tesón, en novillero, y sobre todo, con un por qué en cada cosa que hacía. Hasta daba la sensación de que le quedaba chico el novillo.

Miguel de Pablo estaba demasiado verde para este compromiso. Mejor darle tiempo antes de juzgar una labor llena de dudas.