Por Pedro Abad-Schuster
La entrevista a Morante de la Puebla, antes de iniciar la temporada española y francesa del 2010 es imprescindible. El diestro sevillano reflexiona sobre su toreo y la temporada 2010, en la que piensa sumar alrededor de "unas cuarenta corridas de toros", con posibles gestas, "siempre que estén motivadas". Genio y figura. Torero que ha roto moldes, su sublime toreo de capa quedó grabado el año pasado en los anales de la Maestranza y Las Ventas; amén de un puñado de faenas soberbias. Pero Morante, lejos de mirar atrás, se mentaliza ante la temporada 2010, en la que quiere reeditar éxitos de la mano de Curro Vázquez, con quien mantuvo discrepancias el año pasado a cuenta de la concesión de la Medalla de las Bellas Artes a Francisco Rivera Ordóñez, hermano de Cayetano, a quien también representa el nuevo apoderado del diestro de La Puebla. Morante se confiesa sobre éste y otros temas con su sinceridad habitual.
Cuatro tardes en la temporada Sevilla. ¿Es lo que quería? - Cuatro tardes creo que ya está bien. Supone una responsabilidad importante y lo afrontaremos como buenamente podamos. La verdad es que torear en Sevilla es un lujo y el que te contraten cuatro tardes significa que está uno en el candelero y en una buena situación.
Dentro de los carteles, supongo que el del Domingo de Resurrección es especial. - Hombre, el Domingo de Resurrección es una fecha muy marcada y que siempre se ha celebrado con carteles muy redondos. Es el día más emblemático de la Maestranza.
¿Qué opinión tiene sobre el cartel de este año, que compartirá con Manzanares y Perera? - Es un cartel joven, un cartel digamos que de triunfadores y creo que hay que dar la enhorabuena a la empresa.
¿Qué es lo que más le llenó de sus actuaciones de la temporada pasada en la Maestranza? - Yo con una de las cosas que me quedo es con el paseíllo. Hacer el paseo en la plaza de Sevilla es algo emocionante. Otra que me llenó mucho, cuando paré y seguí dando lances al toro de Victorino y que sonó la música; sobre todo porque torear bien con la capa a un toro de Victorino es muy difícil y la faena al toro de Juan Pedro, que era complicado, y al que poco a poco fui sometiendo y el público supo entender lo que yo estaba realizando.
Únicamente había lidiado dos 'victorinos' en 2000. Con sólo ese bagaje, ¿cómo se puede cuajar el toreo de capa con este tipo de toro, tan difícil de salida? - Yo creo que con mucho corazón. Sobre todo salir a los medios con un victorino es muy difícil. Hay que echarle... mucho valor. Qué quiere que le diga: un victorino de capa, en los medios...
Valor y técnica, que dan seguridad. - Sí. Pero uno siempre es consciente de lo que se juega.
¿Cuál es la base para conseguir el éxito? -En el toreo, como en el arte, lo más importante es arriesgar al máximo, siendo partícipe de tu obra.
¿Cuáles han sido los momentos que se le han quedado grabados de la temporada pasada? -Creo que el momento más importante sucedió en Madrid cuando toreé al toro de Juan Pedro con el capote. Creo que di una dimensión superior y, además, al ser en Madrid, tuvo una repercusión adecuada a lo que hice. Y en Sevilla también estuve a gusto, como ya he dicho. Y, por lo demás, recuerdo como una de las mejores faenas de mi vida la que hice a un toro de Lagunajanda en Andújar, al que creo que cuajé al completo. Sin duda, han sido los momentos en los que más he disfrutado.
Últimamente nos tiene acostumbrados a gestas. ¿Qué tiene reservado para este año? -Bueno, eso irá surgiendo. Simpre cabe la posibilidad, aunque tiene que estar motivada. Anunciarte con seis toros tiene que tener un porqué. Pero a medida que se vaya desarrollando la temporada, ya veremos.
¿Por qué ha elegido a Curro Vázquez como apoderado? -Porque hemos coincidido en muchas ocasiones y siempre lo he escuchado hablar de toros, tenemos criterios parecidos y mi carrera debe estar dirigida por un torero. Nos sentamos. Hablamos un poco. Y rápidamente llegó el acuerdo..
¿Cuáles son esos criterios en los que coinciden? -Los toreros siempre nos ponemos de acuerdo. Una de las pruebas es lo de la Mesa del Toro, aunque dentro de nuestro mundo tengamos nuestras peleíllas y nuestras cosas.
Antes del acuerdo con Curro Vázquez, tuvieron serias discrepancias... - Sí. Tuve discrepancias por el famoso tema de la Medalla que concedieron a Francisco Rivera Ordóñez. Son cosas pasadas que no me gusta recordar. Siempre hay que mirar al futuro. La competencia tiene que estar en la plaza y no tener rencor. Yo en ningún momento tuve rencor hacia Francisco ni a Cayetano ni a Curro ni a nadie. Cada uno se expresa a su manera. Creo que hubo unas palabras que se salieron de contexto o las interpretó el periodista de forma más alarmante. No sé. Y se tomó a mala fe. En ningún momento tuve mala fe, sino simplemente dije, de forma moderada, que no me parecía oportuno lo de la concesión de la Medalla, ya que creía que había otros toreros que se la merecían más. Toreros con más tiempo en la profesión y una trayectoria más amplia.
¿Qué planteamiento tiene para 2010?, ¿qué número de corridas toreará? - A Curro le gustaría que fueran unas cuarenta. Cuando se empieza a decir cuarenta o cincuenta difícilmente se consigue. Está el toro ahí, en cualquier momento te puede coger y tienes que estar un tiempo parado. O por contra, todo sale bien y se hacen más corridas. Pero la idea que comparto con Curro es torear esa cifra, unas cuarenta corridas de toros.
(Fuente: El día de Córdoba)
Cuatro tardes en la temporada Sevilla. ¿Es lo que quería? - Cuatro tardes creo que ya está bien. Supone una responsabilidad importante y lo afrontaremos como buenamente podamos. La verdad es que torear en Sevilla es un lujo y el que te contraten cuatro tardes significa que está uno en el candelero y en una buena situación.
Dentro de los carteles, supongo que el del Domingo de Resurrección es especial. - Hombre, el Domingo de Resurrección es una fecha muy marcada y que siempre se ha celebrado con carteles muy redondos. Es el día más emblemático de la Maestranza.
¿Qué opinión tiene sobre el cartel de este año, que compartirá con Manzanares y Perera? - Es un cartel joven, un cartel digamos que de triunfadores y creo que hay que dar la enhorabuena a la empresa.
¿Qué es lo que más le llenó de sus actuaciones de la temporada pasada en la Maestranza? - Yo con una de las cosas que me quedo es con el paseíllo. Hacer el paseo en la plaza de Sevilla es algo emocionante. Otra que me llenó mucho, cuando paré y seguí dando lances al toro de Victorino y que sonó la música; sobre todo porque torear bien con la capa a un toro de Victorino es muy difícil y la faena al toro de Juan Pedro, que era complicado, y al que poco a poco fui sometiendo y el público supo entender lo que yo estaba realizando.
Únicamente había lidiado dos 'victorinos' en 2000. Con sólo ese bagaje, ¿cómo se puede cuajar el toreo de capa con este tipo de toro, tan difícil de salida? - Yo creo que con mucho corazón. Sobre todo salir a los medios con un victorino es muy difícil. Hay que echarle... mucho valor. Qué quiere que le diga: un victorino de capa, en los medios...
Valor y técnica, que dan seguridad. - Sí. Pero uno siempre es consciente de lo que se juega.
¿Cuál es la base para conseguir el éxito? -En el toreo, como en el arte, lo más importante es arriesgar al máximo, siendo partícipe de tu obra.
¿Cuáles han sido los momentos que se le han quedado grabados de la temporada pasada? -Creo que el momento más importante sucedió en Madrid cuando toreé al toro de Juan Pedro con el capote. Creo que di una dimensión superior y, además, al ser en Madrid, tuvo una repercusión adecuada a lo que hice. Y en Sevilla también estuve a gusto, como ya he dicho. Y, por lo demás, recuerdo como una de las mejores faenas de mi vida la que hice a un toro de Lagunajanda en Andújar, al que creo que cuajé al completo. Sin duda, han sido los momentos en los que más he disfrutado.
Últimamente nos tiene acostumbrados a gestas. ¿Qué tiene reservado para este año? -Bueno, eso irá surgiendo. Simpre cabe la posibilidad, aunque tiene que estar motivada. Anunciarte con seis toros tiene que tener un porqué. Pero a medida que se vaya desarrollando la temporada, ya veremos.
¿Por qué ha elegido a Curro Vázquez como apoderado? -Porque hemos coincidido en muchas ocasiones y siempre lo he escuchado hablar de toros, tenemos criterios parecidos y mi carrera debe estar dirigida por un torero. Nos sentamos. Hablamos un poco. Y rápidamente llegó el acuerdo..
¿Cuáles son esos criterios en los que coinciden? -Los toreros siempre nos ponemos de acuerdo. Una de las pruebas es lo de la Mesa del Toro, aunque dentro de nuestro mundo tengamos nuestras peleíllas y nuestras cosas.
Antes del acuerdo con Curro Vázquez, tuvieron serias discrepancias... - Sí. Tuve discrepancias por el famoso tema de la Medalla que concedieron a Francisco Rivera Ordóñez. Son cosas pasadas que no me gusta recordar. Siempre hay que mirar al futuro. La competencia tiene que estar en la plaza y no tener rencor. Yo en ningún momento tuve rencor hacia Francisco ni a Cayetano ni a Curro ni a nadie. Cada uno se expresa a su manera. Creo que hubo unas palabras que se salieron de contexto o las interpretó el periodista de forma más alarmante. No sé. Y se tomó a mala fe. En ningún momento tuve mala fe, sino simplemente dije, de forma moderada, que no me parecía oportuno lo de la concesión de la Medalla, ya que creía que había otros toreros que se la merecían más. Toreros con más tiempo en la profesión y una trayectoria más amplia.
¿Qué planteamiento tiene para 2010?, ¿qué número de corridas toreará? - A Curro le gustaría que fueran unas cuarenta. Cuando se empieza a decir cuarenta o cincuenta difícilmente se consigue. Está el toro ahí, en cualquier momento te puede coger y tienes que estar un tiempo parado. O por contra, todo sale bien y se hacen más corridas. Pero la idea que comparto con Curro es torear esa cifra, unas cuarenta corridas de toros.
(Fuente: El día de Córdoba)
