jueves, 12 de junio de 2008

Los urdiales, los carteles caros y José Tomás en Acho

Haber llegado a un San Isidro por la vía de la sustitución, cuando el "paciente" se encontraba en estado comatoso para el toreo, y aunque haya conseguido luego una tarde importante, con buen toreo y valor, no creo que sean las credenciales suficientes para llegar a la Feria del Señor de los Milagros en Acho. Más aún, cuando esta empresa -T-Lima- se encargó de rebajar el número de corridas de 6 a 4 para dar calidad y no cantidad. ¿se entiende?
Si ya me suena a chiste que los madrileños hayan denominado a Diego Urdiales (con todo el respeto que merece quien se pone delante) "torero revelación" con 33 años de edad y casi 10 de alternativa, con varios pasos por Las Ventas... En ese orden de ideas, si de traer un "triunfador" de la pasada isidrada se trata es lógico que se mire por la senda de El Cid o de José Tomás, y no de Urdiales. ¿no les parece?
Agrego. Urdiales estuvo por Lima como novillero en el año 1997, momento en que tenía 5 años como novillero con caballos. Tomó la alternativa en el año 1999. Desde entonces, toreó en promedio 3 tardes al año, salvo la temporada del 2003 con 19 y dos de ellas en Barcelona. El resto en plazas de poca monta y por su tierra, La Rioja. ¿cree usted que estamos ante un "pacoojeda" redivivo?
Lamentablemente, aquí no estamos para perder el tiempo con ucedas, abellanes, urdiales, aparicios, o aquellos que siempren apuntan y nunca disparan. Los de clase-media que llam´´o Molés. Los que dejan destellos en 4 pases o dos verónicas sin llegar a ser o nunca han sido morantes o curros. Los que no resuelven, los que no concretan. Ese lujo se lo pueden dar en Madrid y su kilometrica feria.
En Lima necesitamos toreros completos, cuya cotización esté al alza, que tengan proyección, que tengan futuro, que apunten a la cima, o estén consolidados en ella. Que tengan la capacidad y oficio necesario para aprovechar los pocos toros que saldrán por los chiqueros, y que hayan demostrado en sus respectivas carreras que por ese camino del éxito transitan, que una golondrina no hace verano. Más, si tenemos en cuenta que los toros (apenas 24) que saldrán por chiqueros no son los jurásicos correosos que suelen torear por su tierra. Aqui es otra cosa.
Por eso no me explico cómo pueden circular comentarios sesudos amparando la traída de toreros a contraestilo, no necesariamente de la afición de Lima, sino a contraestilo con su oficio y de la materia prima que tendrán delante. Les pregunto y hagan memoria ¿lució El Fundi cuando vino? ¿lució Encabo? ¿lució Esplá, fuera de las banderillas?
Miremos y exijamos lo mejor entre los que no padezcan el síndrome de los que les falta... que tal o cual pudo ser pero no llegó porque le falta... ¿valor? ¿arte? ¿técnica? el hecho es que no llegó. El dicho ese de que "el toro pone a cada uno en su sitio" es una verdad totémica ¿o no? Y si las carreras llegan al decenio y sin mayor gloria, por "falta de algo" será.
O es que nos están inventando fórmulas o dorando píldoras para disfrazar retaceos empresariales. Pidieron 4 y les dieron 4, corridas me refiero, para dar calidad y no cantidad. Eso es lo que esperamos. ¡calidad! En toros y toreros. De otra forma, el retaceo tendría que verse reflejado en los precios.
J.T. y los carteles caros
¿Y que Lima no da para pagar carteles caros, de maestros? Falso de toda falsedad. La del año pasado con Ponce-El Juli-Castella, ingresó -largamente- más de medio palo verde según dicen por ahí. Y eso demuestra que en Lima la gente va a los toros al llamado del ¡buen espectáculo! Lima quiere ver a las figuras de renombre y se comprobó que el precio no fue obstáculo.
Ustedes creen que José Tomás no llevaría gente a Acho, encartelado con un Castella o un Ponce, o un Perera? Es cuestión de mover las ideas.
Con la posibilidad de mover a un Joaquín Sabina y sus mediáticos amigos intelecuales limeños y taurinos (Bedoya de Caretas o el Tola de 4poder por citar algunos y pronto); si se explota el morbo que envuelve al divo de Galapagar, ante su posible inmolación cada tarde, que es la leyenda viva del toreo, que triunfó en Madrid y que eleva la reventa por las nubes. Que es el torero que está de moda. Lima es frívola y snob, siempre lo fue. Y eso, se reflejó el año pasado en Acho. ¿por qué no puede darse otra vez?
Acho, su historia y su afición no puede no contar con José Tomás en su feria. Acho y su historia no puede pasar de la leyenda porque nos bajaremos del tren de la historia.