domingo, 15 de septiembre de 2024

TACABAMBA. VENDAVAL COLOMBO AZOTA OTRA VEZ. CUATRO Y RABO CON INDULTO DE UN APU SAYWA.


Por Magaly Zapata 
Así fue el colofón pero la tarde empezó a revienta calderas, dos orejas en el primero de la tarde para Colombo y cuando pensábamos que quizás ahí quedaba, llegaron 2 más y rabo   (simbólicos).  Una cortó el almeriense José Cabrera del de su debut americano y peruano.   Corrida de 3 y 3, en la primera parte de San Alejandro y la segunda los Apu Saywa.  

Larga corrida que nos llevó más allá de las 6.30 pm y con luz artificial que complicaba la lidia en el ruedo.  Los Santos siguieron su línea de falta de fijeza en el capote desparramando la vista pero con algo más de fuerza que ayer.  Y el de Apu Saywa indultado lo valió, número 55 y de nombre Halagado tuvo raza y bravura, y esos caracteres que ello conlleva, obediente al toque sin ser la tonta del bote. 

Lo de Colombo es incontestable encuentra toro y faena sin importar el material que tiene consigue dar fiesta y el público que llenó otras vez el coso tacabambino disfrutó. 

Al primero lo recibió con tres largas rodillas en tierra y luego a lances a pies juntos hacia los medios.  Cuidado en varas exhibió sus portentosas facultades ante el mediotoro que iba desordenado y sin ritmo, arreando. Incluso a pesar del viento que molestaba y flameaba la  muleta lo pasó con la zurda aún cuando por ahí tenía guasita el morlaco. Se perfiló en la suerte naturam y el toro se le arrancó sorpresivamente pero no lo dejó pasar sino que le metió el puñetazo y la espada y lo hizo rodar sin puntilla. La explosión de algarabia ante la rotundidad estoqueadora hizo que se le pidieran los dos trofeos unánime y co fuerza.  

Con el segundo de su lote y cuarto de lidia ordinaria empezaban el tramo de los de Apu Saywa. Un bonito castaño que salió enraizado y derrotando en burladeros poniendo en apuros a la peonada. Lanceo Colombo y cuidó del castigo excesivo pero sangró. Se lució una vez más en banderillas que son tan mala calidad los arpones que todas y de todos caían al ruedo.  Pedía calma el torero ya instalado en los medios y con generosidad lució su galope franco, alegre y de largo del toro. Primeros de rodillas y después en pie fue desgajando su bravura con firmeza y temple, mucho temple, los bravos no son fáciles, como dicen traen teclas que tocar y supo bien de negras y corcheas, el viento empezó a fastidiar otra vez y no se vio igual por el pitón izquierdo y aún a pesar de ser lidiado por los subalternos sin el cuidado de no estrellarlo en madera (se partió el pitón izquierdo) el toro se fue a más. La gente jaleaba y aplaudía y empezaron a salir pañuelos en todos los tendidos y tras esperar salió el encargado de la ganadería y pidió el indulto que fue concedido. Fue cuando con su incorformidad volvió a poner por naturales y le sacó unos de buena factura, templados y largos, el mismo lo llevó a toriles pero desencajó el portón con un derrote y transe demoró hast que se fue. Un gran toro que habrá que seguirle los pasos de su vuelta a casa, se llamó Halagado número 55 procedencia pura Domecq vía Juan Bernardo Caicedo.  Orejas y rabo simbólicos marcaron un hito en esta plaza.  Dio la vuelta al ruedo con el ganadero Wilder Quispe. 

El peruano Anderson Rodríguez El Shilico se fue de vacío. Ganas de puntuar demostró al hincarse en el recibo por larga cambiada. Sin mayor lucimiento con los palos porque clavaba y no se clavaban, ya con la muleta dejó intermitencias, no le encontró la distancia sino a mitad de faena, al toro le costaba salir de la tela, no humilló no se entregó.  Aseado y templado.  Pincha reiteradamente y entera. Palmas. El Shilico poco hizo en el quinto, un toro que  si bien humilló tuvo un punto de soso y al que no terminó de acoplarse.  Lucimiento hubo en banderillas que compartió con sus alternantes.  

Nuevo en América y Perú vino el almeriense José Cabrera que con su primero lanceo por verónicas aún cuando se iba suelto. Se abría o salía desentendido de la suerte y dificultaba dejar los palitroques por lo que optó hacerlo desde tablas a los medios.  En muleta con temple y sometimiento llevó la embestida aún con las protestas defensivas del toro demoró en igualarlo pero le recetó  un pinchazo hondo que fue suficiente para que ruede sin puntilla. Oreja con el último ya con reflectores de escasa iluminación y entre las sombras en el ruedo se hacía difícil la lidia. Puso las banderillas y en cercanías encontró la distancia para embista llevándolo tapado con la tela para ganarle la iniciativa. Así encendió a la gente que erróneamente pedía indulto, el juez insistió que no ante la insistencia desatinada del torero que abonada ante la airada protesta del público cada vez que montaba la espada.  Y esto demoró la culminación de la noche y le hizo pinchar. 

Y con la apoteósica salida a hombros del vendaval Colombo terminó la segunda de feria en Tacabamba.  Vaya pedazo de estoqueador que hace honor a su título de matador de toros cuando toca y cuando no, pues les potencia sus bondades y los indulta.  Así lleva, si no me equivoco, tres indultado entre junio y septiembre en nuestro país: 
25 junio en Huambos Cajamarca, 2 y rabo (indulto)
28 de junio Cutervo Cajamarca, 3 orejas y rabo (indulto) 
15 de setiembre Tacabamba Cajamarca, 4 orejas y rabo (indulto) 
Inapelable. Incontestable. Irrevocable. Inevitable. Irremediable. Triunfa porque tiene que triunfar, con fundamentos de torero en sazón y capacidad que atraviesa un gran momento… y esto apenas empieza. Ya viene para Acho el 27 de octubre. No me lo pierdo.
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