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lunes, 23 de enero de 2017

Bitácora Bogotá día 3 un día histórico



Ciudad Santa Fe de Bogotá, domingo 22 de enero 2017


Este, hoy, era el día señalado, el motivo de mi viaje.  Estar y vivir una jornada, que no era ni fue solo estar en una corrida, sino vivir una jornada en la que viviría un acontecimiento histórico, ser parte de la historia para contarla.  Y juro por Dios que así sucedió.  Yo y el grupo de aficionados peruanos que traje en el TAUROTRIP conjuntándonos con las Peñas de Sacramento y Sol y Sombra de California, la de NY y El Clarín de Colombia, vivimos una experiencia que marcará nuestras vidas por el toro y fuera del toro.  


El día nos empezó muy temprano. En pie y ala ducha 6.30 para estar al desayuno y luego a tiempo 8 am listos para subir a la buseta, como llaman aquí a la Coaster o combi, que nos llevó hasta el tranvía de la ciudad para realizar un paseo turístico por los antiguos barrios de La Candelaria, Montserrate y Judio, paseo muy bien montado (nos llevan años luz con el turístico bus de Lima)  contándonos la historia de la ciudad y costumbres apoyado en videos y actores caracterizados de personajes de la historia que en cada esquina subían para interpretarlos, según nos los iban contando.  


Al concluir el grupo se fue al Museo del Oro y yo a buscarlo.  A recoger mi acreditación para la histórica fecha y entrar al callejón de la plaza.   Pasadas las 10 tomé un taxi para ir al coso y debí bajarme varias cuadras antes porque las vallas de metal cual parapetos y los policías a pie o en moto, impedían el ingreso.  Eso y la carrera, ósea la avenida, atestada de deportistas de fin de semana, que me obligaron a caminar a caminar preguntando por dónde para llegar y llegué. "Derecho mi señora, y a la derecha tiene unas escaleras, sube y ahí está la plaza" me dijo un amable policía con su uniforme verde fosforescente.  Y así fue.  Subo escaleras y otro parapeto y dijo que voy a la plaza.  Sigo subiendo y la divisó ahí, a la de Santamaría, y ahora sí me lo creo, el día llegó. Me dispongo a cruzar la calle y me encuentro con el matador Claudio Ronge, que había pasado por taquillas y caminaba acompañado del matador colombiano El Gino.  Sigo mi camino y entro a la plaza en busca del gerente Ronderos y voy a la oficina de prensa donde ya estaba mi acreditación esperándome.  Vuelvo mis pasos y subo, levantó la mirada y se abría ante mi el arco  neomudejar que me dejaba ver su interior.  Subí pronta y la pide ver remozada, muy bien pintada  coqueta y reluciente esperando abrir sus puertas, estado de contemplación el mío, y como yo, otros más.  Si a mi me emociona porque soy taurina, sudamericana y fue parte de la lucha mediática, imagino para los Taurinos locales lo qué sentirían en ese momento.  Bajo y empiezo a circular por su atrio y empiezo a encontrarme con los colegas y con los amigos. Rosa Jiménez de El País (España), Jorge Arturo Diaz colombiano de Burladero, Agnes Peronet de Francia y así, amigos que uno conoce y ve por las plazas del mundo y profesionales colombianos también y con todos era el abrazo y la palabra, ¡por fin estamos aquí!!   En ese andar veo que llega el empresario de Acho Juan Manuel Roca Rey y el padre de nuestro torero, don Fernando, y el apoderado también pero no alcancé a hablarles porque iban rápido al sorteo.  Qué pena pensé porque me hubiera gustado entrar pero no soy de las que fuerza situaciones.  Seguí oteando y disfrutando el momento,  cuantos quisieran estar en mi lugar... De pronto veo que corona Las escaleras que te traen de la calle al empresario Dr. Felipe Negret, como no acercarme y en persona agradecer, como taurina su lucha legal por defender nuestros derechos y conseguir reabrir para el toreo esta hermosa plaza.  "Gracias y bienvenida Magaly" fueron sus cálidas palabras, "¿vas al sorteo? Si se puede si que me gustaría le dije, pues vente conmigo, me dijo, y me uní al grupo de gente que lo seguía con el mismo fin.  Entre tanto, se le acercó el matador Perlaza, se abrazaron y le dijo: "quiero agradecerle Doctor porque sin su esfuerzo y su lucha no estaríamos aquí hoy",emotivo momento.  Y subimos unas gradas más para entrar al sorteo.  Otra vez más caras conocidas, el ganadero Juan Bernardo Caicedo y su hijo, al que conocí de muy niño y ya es un joven, que tiene a su nombre desde niño el segundo hierro de la casa y por  eso le llamaba "el ganaderito".  Rato de charla y me contaba de la imposibilidad de enviar este año ganado al Perú por las restricciones de Senasa y que además tenía vendida su temporada aquí en Colombia; otrs cara y breve charla con el apoderado de El Juli, Luis Manuel Lozano, y tambien con el maestro Campuzano, que me confirmó que estaba bien su torero.  Sorteo. Momento importante para los toreros porque primero se miran los toros, se evalúan sus hechuras y trapío, y se enlota, de dos en dos, a escribir esos números en un papelillo, hacerlos bolillos y al sombrero.  Meneó y a repartir de la suerte.  Mano de la fortuna y posterior lectura de lotes de cada torero. Su gente se vuelve a mirar los toros porque toca decidir cuál se echa primero. Vuelven los comentarios y el análisis.  "Señores, listos para decirme cuál

echan primero" dijo Ronderos, director del sorteo.  "Vamos a echar este primero le dijo al padre del torero" un toro que cansado de vernos de tumbó en el chiquero.  Antes de salir a buscar alguna opinión y digo al ganadero Caicedo ¿qué tal le parece el lote de Roca Rey? Le muestro cuales y responde bajito, creo que se llevó el lote, porque a esta hierro le embisten los astigordos.... y a de que si, que a la postre el peruano tuvo lo mejor de la tarde.  Salimos todos y vuelta a caminar para buscar un taxi que me lleve a Casa de España donde me reencontraría con el grupo.  Pero antes veo que un hombre era filmado por dos chicas con teléfonos y otros lo resguardaban del sol, leía y vociferaba un manifiesto anti, me acerco y grito, falso - mentiras solo mentiras. Al menos le malogré su grabación...


Almuerzo y alegría de todos los que ahí estábamos por lo que viviríamos y rugidos porque las llamadas a Baena eran "han cerrado tal o cual calle por los antis" con lo cual era imprescindible apurar para llegar con tiempo.  


Nos bajamos de la buseta y me separé del grupo, ellos irían al tendido por una puerta de Sol y yo caminé hasta la mera  esquina  superior del coso, con la calle 27 para ir abajo, hasta la puerta de cuadrillas en la esquina izquierda de la plaza según la miras desde abajo.  El tránsito por la calle era de lío porque la policia había permitido que los manifestantes, estuvieran en todas las esquinas superiores de la plaza, con lo violentos verbales y agresivos gestuales que son, dejaron que nos llegaran a las narices a los Taurinos que solo íbamos a un espectáculo permitido por la ley.  Pues la Policia instaló los parapetos haciendo un estrecho callejón para los asistentes y dejando la calle entera para los violentos anti taurinos, que indultaban con palabras de todo tipo de calibre, donde asesina y zorra era lo más suave. Y eso le caía a mujeres, niños y jóvenes tanto como a hombres o adultos mayores. La sensación que me dejaba era que los cuidaban a ellos que no se excedieran en agresiones físicas,  y no que hicieran respetar nuestros derechos.  


El caso es que demorándome en bajar porque se hacían piñas en las puertas de ingreso a los tendidos, llegue calle abajo, otro parapeto y revisión de bolsos para entrar a la zona del patio de cuadrillas con boletas en mano.  Fácil luego el ingreso con doble control y en el momento me encontré con el empresario ecuatoriano Pablo Salazar.  Una vez adentro, selfies de rigor, entre ellos uno entrañable con un abogado que me llamó "compañera de lucha";  de ahí  el lógico vocablo "suerte" a toreros y todos los que apostados en ese patio porque también entraremos a ruedo y callejón y es menester recurrir a ella.   En una pared el letrero "boletas agotadas" y oigo al gerente Dr.  Negret que le dice a Roca Rey, último en entrar, nos tomamos una foto aquí Andrés.   Hora de coger ubicación, la mía en Sol, burladero 22, lo bueno que e o Sol molestó hasta el toro 3o y que estaba muy cómoda, enfrente todos apretados.  A mi izquierda el maestro César Rincon en transmisiones de RCN y su padre en burladero y a quien tambien saludé.   La corrida te la conté en la crónica pero lo que si debo dejar aquí constancia es de la salida.  

Tras conseguir una foto de la puerta grande del peruano le dispuse a salir y era un gentío el que lo esperaba hasta verlo subir en la furgoneta.  Intenté filmar pero el tumulto y los choros, a pesar de estar al lado dos motos con polis, un joven gritaba a un fulano "ladrón, ladrón, devuelve el celular, me has robado, ladrón" pero ni el policía ni el ladrón o supuesto ladrón se inmutaban.  Visto lo visto a salir de ahí.  Salió la furgoneta de Roca Rey entre aplausos y gritos de torero torero y yo a buscar un espacio en el maremagno de gente para ir calle arriba cuando todos iban calle abajo. Porque? Porque el punto de reunión era arriba en la 26 y los otros iban abajo a la 7a donde un poli con megáfono enviaba "está libre, circulen a la 7a".  En fin, costó pero subí, sorteando susto, gente y posibles choros, pero una vez arriba una fila de policías antidisturbios apostados no permitían la entrada a la  calle 26 con lo cual tuve que abortar el plan y tomar la ruta de la izquierda sin saber cómo encontrar a mi grupo y menos hacia donde me estaba dirigiendo.  Cada paso que daba más peligro sentía, los antis apostados encima nuestro y los policía diciéndonos "favor contra la pared" a nosotros nuestro estrecho callejón y a ellos toda la calle para transitarán insultando y agrediendo verbalmente, con los brazos agitándolos como queriéndonos provocar para que ellos pudieran empezar a los golpes, no había más que seguir y seguir sin mirarlos aunque ganas no me faltaban de contestar.  De tanto en tanto volteaba y les veía los ojos, desorbitados, llenos  de furia irracional contenida a punta de desbordarse de no ser por la policia.   Violencia asesina sin duda.  


Seguía asustada calle adelante y caminando por la cuarta cuadra ya sin policías me preocupé. Siento que alguien me seguía, miro por él rabillo del ojo y veo una bota de vino, uf este es taurino, me dije, no hay problema.  Le pregunto dónde puedo tomar un taxi y me dijo, aquí difícil, si usted quiere vamos al lado de un policía y ahí veo de pedirle un uber, gracias le contesté y me dijo, nada más déjeme entrar en esta tienda y pedir una bolsa para esconder esto (la bota de vino) porque donde nos vean con ella corremos peligro.  Y así fue, solo que  blanca poco escondía y le dije, mejor cuélgatela cruzada bajo la casa a y así la escondes. En el camino pasamos frente a una delegación policial que bajo y al costado de sus escalera de ingreso tenían decenas de manifestantes gritando a todo el que pasaba en frente y nunca fueron detenidos.  El colmo.  


Una cuadra más abajo encontramos un policia en moto que nos dijo que era difícil encontrar taxi por ahí y mejor seguir andando hasta la 7a. Para eso nos faltaban varias, muchas calles medio peligrosas.   Un par más y "volteamos aquí" me dijo mi ángel de la guarda enviado por mis santos Judas, Martín, Rosa y Carmen, estoy segura, "más allá no me gusta llegar a ese parque".  


Felipe Gómez era su nombre, le conté que yo estaba metida

en esto de la información taurina hace 20 años y que había venido por la corrida y me dijo que seguía las noticias de Burladero.  Caminamos tres cuadras más y llegamos a la 7a y cuando pensábamos que haríamos porque los taxis pasaban llenos, oímos voces y era  un pleito en la siguiente esquina, unos antis en bici agrediendo a un señor mayor que esperaba su taxi con su familia y su pecado era llevar una silla de esas que usas en los toros; qué les dirían que el señor empezó a defenderse y ese par de desadaptados emprendieron fuga, pero la chica seguía vociferando en su salida calle arriba.  


Felipe me preguntó ¿pero a donde tiene que ir? A la Casa de España le dije, Google le dio la dirección, buscó en el mapa y me dijo, si se anima a andar nos faltan unas 6 cuadras y la dejo en la puerta y luego yo me tomo en Transmilenio, un bus como el

Metropolitano de Lima.  Estaba por aceptar, cuando veo caminando a mi querido amigo Cabello, ahí está mi amigo le dije, como para que no se preocupara y no se sintiera más obligado a retenerlo de su vuelta a casa porque el bus lo tenía enfrente.  Cabello nos contó las peripecias y peligros y agresiones que vivió al entrar a la plaza y de las cuales Felipe tambien había sido objeto, de escupitajos e insultos, con lo cual al final mi entrada al coso había sido "de rosas". Aunque puestos a contar debo decir que de todos los antis con los que me topé los krishnas fueron los más tranquilos, solo cantaban, no sé qué pero cantaban.  El bus lo tenía enfrente pero Felipe decidió que nos seguiría acompañando así es que seguimos caminando  y charlando de la experiencia vivida, "qué pena con ustedes y los que nos visitan que pasen por esto", una pena que ciudadanos que pagan sus impuestos no puedan vivir con seguridad y tranquilidad su espectáculo favorito.  Y es que esta violencia asesina y fundamentalista disfrazada de antitaurinismo,  a mi, como les dije a mis compañeros de ruta, solo me deja claro que una parte esta sociedad está enferma, contaminada o envenenada o fanatizada de intolerancia, que hoy van por los Taurinos y mañana pueden tambien ir por cualquier otro objetivo con armas en mano.


Cuando ya creíamos que estábamos a salvo y en destino, oímos un griterío en medio de un parque tras del cual estaba la Casa de España.  Un grupete de sediciosos antis agregan a otro grupo de Taurinos con la policia apostada a media cuadra les importó un bledo.  Llegó la policia y escoltó a los aficionados, cruzamos nosotros de lejitos porque la loca gritaba y lloraba con insultos sin víctima y el hombre la abrazaba para que se calle.  Al rato veo que "la víctima" vivía con más policías dé antidisturbios para detenerlos.  Subimos y nos dispusimos a celebrar que a pesar de ellos y de sus políticos los toros habían vuelto Bogotá y del triunfo del peruano, una puerta grande histórica sin duda, compatriotas vitoreando y con banderas como si Peru campeonó en algo, no sé si futbol, pero el sentimiento era similar.  Vuelta al hotel y un momento de charla y champán con mis amigas, Risalvina, peruana presidenta de la Peña Sol y Sombra de San Francisco, California, y Lidia Ackerman del Club Taurino de NY comentando la experiencia y de ahí a la cama que mañana toca vuelta a Lima aunque ellos siguen de tour taurino por las ganaderías de Santa Bárbara y Las Ventas del Espíritu Santo, que envidia.  


Pero no queda más que reflexionar que esto que vivimos hoy no es protesta por ideología ni principios, ya tiene otro nombre, es un delito, son sujetos insanos, sediciosos, fanáticos capaces de cualquier cosa.  Lo que mezclado y azuzado por los políticos, aquellos vestidos de guerrilleros que hace no mucho empuñaban fusiles para matar y luchar contra el sistema democrático de este país, han creado un monstruo de mil cabezas con la mente y el alma enfermas de resentimiento y frustración social. 


Pero si esto tengo que pasar para ver toros en Bogotá y en su plaza de Santamaría, lo vuelvo a hacer. Regreso. De hecho me estoy pensando regresar para la del 12 con Medellin antes.  Dios dirá. 




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