Por Magaly Zapata
Tuvimos esta información la semana pasada de forma extra oficial (que hoy confirma El Comercio) y rumores habían muchos. El CAT pegó la espantá y se fue de Acho. Dicen que hoy entregan oficialmente las llaves de toriles, si se me permite la retranca taurina.
La fecha límite para que el CAT de Negret y Roca Rey era entre el 5 y 11 de julio que debían pagar el millón y medio de soles como arrendamiento del segundo año de contrato.
Desde hace meses existían rumores que dejarían la plaza. Incluso que estaba buscando quien asumiera pasivos para seguir con la gestión, se rumoreaba incluso que el señor Negret estaba conversando con el ganadero Galdós y que al no fluir por ese lado estaban buscando una salida 'amigable' del contrato. Y esto imagino que lo estarían pergeñando apenas terminaron e hicieron cuentas ante la pérdida de más de 300 mil dólares según dicen en el mentidero taurino.
Ante estas circunstancias el 11 de julio escribí un WhatsApp al empresario colombiano quien me dijo que hablábamos después porque tomaba un vuelo a Miami. Esperé y esa comunicación no llegó. Insistí el día 13. Sin ánimo de molestar sino con interés de aficionada y periodístico quería saber qué pasa con la gestión de Acho?estamos en julio y no hay ningún informacion oficial del CAT al respecto que por cierto tampoco saben los aficionados quien es el representante legal oficialmente y me gustaría tener algo que informar a los interesados en nuestra feria. Por lo que le pido me conceda una entrevista.
Palabras mías que al empresario colombiano le parecieron una falta de respeto y las calificó de exigencias altisonantes. Me disculpé por ello porque esa no era la intención y porque siempre agradecí el trato recibido de él, no de su socio, en Bogotá y Lima.
Entiendo que ante lo hecho, eso de pegar la espantá, a día de mi conversación ya habían tomado la decisión. Incluso antes, porque ya se me hacía extraño que con el debido tiempo no se haya filtrado o rumoreado si habían comprado o reseñado ganado para nuestra feria limeña, sea entre lo nacional o del extranjero. Y esto lo digo porque sabemos la escasez de ganado imperante (casi la mitad menos de oferta disponible para abastecer la temporada) y que una empresa con la convicción de quedarse en el asiento por el periodo contratado con la Beneficencia, sabiendo a lo que entraba números en mano, lo hubiera hecho.
Pues esto no hace sino confirmar una vez más la historia, corría el año 1994 (ya me corregirá usted si me equivoco), cuando otra empresa liderada por colombianos con el señor Jaramillo a la cabeza (y me dijeron que también habría estado el actual aquella vez en el grupo) dejaron tirada la gestión de Acho a pocos meses de su realización y fueron un grupo de taurinos peruanos los que tuvieron que asumirla incluso hacerse cargo de un veto del maestro Curro Vásquez a la plaza por su contrato al no considerarlo en la baraja los nuevos gestores. Y el deber de la Beneficencia fue asumir los pasivos si los había.
Y esto es lo que debe hacer también hoy la propietaria y su gerente que entregaron el manejo y gestión a un consorcio que ofreció menos dinero que su competencia y que además no cumplió con la contratación de los toreros que firmaron carta compromiso (por la que ganaron y que no era requisito de las bases) y que en cuanto a calidad del espectáculo tampoco estuvieron a la altura de Acho: la inexistencia del agua en la primera, el tema del ganado, lo sucia que presentaron nuestra querida plaza y catedral americana del toreo…
Y sigo, que la Beneficencia a sabiendas (porque esto no es noticia de hoy para ellos) deberá asumir los pasivos de su pésima decisión, económica y taurina, y debería reunir a los empresarios taurinos y ganaderos peruanos, especialmente aquellos que tienen el ganado español puesto en Lima y echar a andar la Feria Señor de los Milagros 2024, encargar la gestión (para ayer) inmediatamente a quien sea capaz de hacer los contactos y contratos con los toreros para armar el cartel, que las figuras peruanas y españolas o francesas se pongan a tono con los excesivos honorarios para hacer un plan de salvataje de Acho porque apenas faltan tres meses para que abra puertas y que sus 258 años de historia no se vean interrumpidos esta vez sin pandemia. Y algo más. Que quienes fueron parte de ese Consorcio América Taurina estén vetados o inhabilitados (como sucede en política) para sucesivos años de presentarse a un concurso o licitación por Acho.
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