Por eso, a los que se sensibilizaron con nuestro llamado ¡GRACIAS! Fue íntimo y emotivo sentirnos unidos en nuestra pasión por la vida, por los toros, por nuestra tradición y por nuestra plaza.
No quiero perder el tiempo criticando ni juzgando. Cada quien con su conciencia.
Solo se trataba de estar ahí con ella. Somos libres, así cantamos, y es por esa libertad que estuvimos para que nuestra plaza nos abra sus brazos otra y otra y otra vez por los siguientes 200 años SIEMPRE para ver corridas de toros que es para lo que fue construida y con ellos ayudar a los necesitados que apoya la Beneficencia.
GRACIAS
