Toreó muy bien de capote a los dos de su lote, con gusto y muy despacio, al primero además le hizo un quite por chicuelinas. Con la muleta al primero lo recibió con doblones y le imprió temple y despaciosidad a la nobleza del burel. Sonó la música sólo para él en el festejo. El toro se vino a menos y se pegó un arrimón con los pitones en la taleguilla, rozando los muslos. Firmó muletazos muy lentos y un desarme frenó el alboroto del público. Pinchazo y estocada y clamorosa vuelta al ruedo con la unanimidad en la sensación del gran toreo del peruano en emblemático ruedo mexicano.
A su segundo le pegó toreros estatuarios y en los medios al inicio de faena y metido en labor sufrió una dramática voltereta de la que se llevó una herida en la frente y el labio partido. Se levantó y continuó por estatuarios, quito, impávido, valiente y la gente se le entregó. El novillo era noble pero con poca fuerza y le obligó a torear en series cortas. Tras una media estocada arriba, dobló el novillo y los pañuelos asomaron con entusiasmo para concederle la oreja con mucha fuerza.
No salió a hombros pero sí arropado por los aficionados hidrocálidos que lo abordaban para fotos y autografos ante el entusiasmo que despertó el peruano en tierra azteca. Incluso los profesionales y periodistas comentaban sus virtudes y expresión torera. Brindó su primera faena al maestro José Tomás que ocupaba una barrera en la San Marcos.
FICHA. Domingo 1 de marzo 2015. Plaza de toros San Marcos, Aguascalientes (Mex). Plaza llena y expectación, gran ambiente. Novillos de Campo Grande, con buena presentación pero que ofrecieron pocas opciones, mansos con peligro y deslucidos, y nobles 3º y 6º. Diego Sánchez, saludos y silencio; Jorge Salvatierra, silencio y saludos; y el peruano Joaquín Galdós, vuelta y oreja.