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Cientos de miles de euros han sido destinados a ‘lobbies’ contra la tauromaquia en el Congreso de nuestro país. Así lo afirma la plataforma taurina española ‘la economía del toro’ como resultado de una investigación en la que tuvieron acceso a la memoria financiera 2013 de la organización holandesa Cas International: “En 2013, sus acciones de lobby contra la Tauromaquia se centraron en atacar a la Fiesta ante el Parlamento Europeo, en Galicia, la Unesco… así como el parlamento del Perú y otros países latinoamericanos”.
El objetivo de esta organización es “abolir la tauromaquia y similares actividades culturales” antes del 2023, para lo cual no escatima en gastos, que ellos llaman ‘inversiones’. Desde 1993, se instalaron en España donde cuentan con 14.000 socios. En esta década trabajaron y consiguieron la abolición en Cataluña con el financinanciamiento de la ONG suiza Franz Weber, precisamente mediante lobbies políticos que tuvieron el liderazgo del argentino Anselmi, personaje que hace un par de años visitó Lima, en tiempo que sicarios antitaurinos acuchillaron a un polícia montado con premeditación, alevosía y ventaja, atacándolo por la retaguardia, descolgándose de una manifestación ‘pacífica’ frente a la plaza de Acho.
Tiempo después circulaba por los corrillos diplomáticos nacionales la presencia de un funcionario suizo indagando por información de algún congresista que pudiera convencer para trabajar el tema antitaurino.
Y es hoy que la realidad nos escupe la acción del congresista Lescano como autor de una posible nueva ley contra los toros disfrazada contra el maltrato animal, pendiente de votación en el pleno. Antes lo intentó el congresista evangélico Julio Rosas, vía la prohibición de menores de edad en espectáculos taurinos, sin éxito.
El caso es que desde el 2005 la tradición taurina viene sufriendo fuertes embates de diversas organizaciones defensoras de los animales pero más agresiva, violenta y organizadamente desde el año 2012, después de la prohibición catalana en que, al parecer, deciden exportar su modus operandi: El lobby político y congresal. Actualmente, empujan recolección de firmas para un cambio en la Constitución del Perú.
En Colombia también actúan. Cas llegó el 2013 a Bogotá para celebrar una cumbre anti y fue cuando el alcalde cerró la plaza de toros Santamaría arbitrariamente, hecho corregido ya por la Corte Constitucional de ese país.
Pero no sólo es amor al chancho porque su chicharrón, vale. Cas paga, gasta o ‘invierte’ 37 mil euros por lobby político y legislativo, 55 mil euros en campañas internacionales con boicots turísticos, en publicaciones gastan hasta 9 mil euros, en desplazamientos más de 6 mil. En sus finanzas declaran que invierten 25.000 euros en actos antitaurinos, 4.000 en manifestaciones o 60 mil en campañas de comunicación contra los Toros. Sus bancos: Triodos Bank, ING Direct y KBC, los dos primeros operan en España. Su directiva se reparte 90 mil euros en sueldos. Según sus finanzas declaradas, en el año 2013, CAS International ingresó a sus arcas vía donaciones 245.000 euros y financió actividades antitaurinas por 228.000 euros, cifras que en el lustro alcanzarían a más del millón de euros ‘invertidos’ en países taurinos. ¿Tendrán dinero B, planilla black?
Ante tal coyuntura, las preguntas caen de maduras: ¿Quién maneja y distribuye los fondos en de Weber y Cas, suizos y holandeses, en nuestro país? ¿De qué manera ingresa? ¿Limpio o por lavandería? ¿Con o sin justificación? Y de quien lo recibe ¿lo declara? Ser lobista no es delito siempre y cuando esté inscrito como tal, de lo contrario es un simple traficante de influencias, estilo el famoso caso MBL.
Como vemos es obvio que el dinero anti está ya en nuestra economía pero ¿alguien investiga cómo, donde, por qué? No bastaría la investigación y denuncia de la plataforma española para que se inicie una investigación en el Congreso o la Fiscalía, de oficio, y conocer qué sucede con estos ‘legisladores’, Julio Rosas antes, hoy Lescano y algunos más que incluso prestan el Congreso de la República a los anselmis nacionales y extranjeros para sus fines pero hacen ascos a los pulpines que pelean por su derechos. Lo que hay que ver.
Es hora de unir esfuerzos de verdad, deponiendo intereses mezquinos que hasta hoy, a nada nos han conducido. Y así vamos saltando las olas y sorteando las arremetidas antitaurinas desde el 2005 sin articulación, sin programa, sin dinero, sólo por la fuerza de la tradición y la gracia de Dios. Ojalá que no nos abandone.