Con el tercero, Roca Rey se impuso a la endeblez del novillo con temple y firmeza unido a suavidad en los toques. Se
mostró variado con el capote, incluso en el quite por tafalleras y
gaoneras que cerró con una larga cordobesa auténtico cartel de toros. No pone banderillas como hacía antes. En muleta se acopló mejor y más largo por izquierda y cerró acortando distancias. La espada entró entera algo delantera que hizo rodar al novillo eficazmente.
Al
último de la tarde, segundo de su lote, lo recibe con una larga
cambiada y un lance desmayando las manos, las verónicas surgen suavez,
con rítmo y mucho temple. Quite por gaoneras y remata con gusto con una revolera. Otra
vez fue su exquisito temple el que conjuró las protestas del débil
novillo y condujo en largo su nobleza aunque en un pasaje por naturales,
dejó la ventana y no dudó en echarselo a los lomos sin consecuencias
que lamentar. Faena mejor estructurada que la anterior en la que demostró su capacidad técnica y solvencia, actitud y ganas de triunfo.
Ficha del festejo:
Borja Jiménez, silencio y ovación tras aviso
Ginés Marín, oreja y ovación tras dos avisos
Andrés Roca Rey, oreja y oreja