Para “toros en navarra” “Joaquín Galdós, sustituo de José
Garrido, causó buena impresón y estuvo cerca de la puerta grande”.
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El novillero peruano Joaquín Galdós pinchó
una tarde que se vislumbraba triunfal, como está acostumbrado, perdió hasta
tres orejas por no estar acertado con el uso del acero. Pudo cortar sí, la oreja de su primero y al
otro, que se las tenía tomadas dos pinchazos y media estocada dejaron la cosa
en una ovacionada vuelta al ruedo.
Los novillos, con trapío de toros, tuvieron cierta nobleza pero poco fondo. Al primero lo toreó muy bien con el capote
incluso quitó por tafalleras. Con la
muleta supo Galdós sujetar al toro que marcó mucha querencia a tablas. Expuso en cada muleta ante la incierta
embestida de un animal que apretaba mucho para adentro, gustándose en los
remates. Recetó un espadazo y paseó la oreja.
El sexto fue un toro bonito con mucho peso
pero que mostró falta de raza. Galdós le
administró bien los tiempos entre muletazos siempre templados por ambos
pitones. Inició su labor con un cambiado por la espalda y metió a la gente en
faena pero los pinchazos no colaboraron con redondear la tarde en trofeos. Sin embargo, el público le obligó a dar la
vuelta al ruedo.
FICHA.
Peralta (Navarra) Ante media plaza se lidió ganado de Rocío de la Cámara
(Cádiz) y Cortijo de la Sierra, dos hierros de la misma propietaria. Francisco José Espada, saludos tras aviso y
oreja; Javier Marín, oreja y silencio; y
Joaquín Galdós (Per), oreja y vuelta al ruedo.
Destaco en varas “E Legionario" picando al primer toro.