No fui y me perdí el
espectáculo. Sí, el espectáculo que es
ver la bravura de un toro de lidia. O de
4. Porque fueron 4 los bravos y
encastados (novillos para ser justos)
que saltaron a la arena del Yawar Toro el día que Alemania se llevó la copa del
mundial de fútbol, espectáculo menor (comparada con la entrega de un bravo) que
por esnob seguí. Pero por seguir,
también seguí el consejo de visionar el videíto que colgó Afición Perú y no puedo
menos que dejar constancia de…
El toreo
son sensasiones y el toro producto de una alquimia que combina muchos elementos
terrenales y divinos para lograr un animal que se entregue en franco ataque
(acometividad a las telas) con ciertas características fijadas a través de la
selección ganadera en trabajo que puede durar muchos años hasta conseguir el
toro ideal.
Embestir con galope, de
largo, metiendo la cabeza desde el arranque, en el trayecto y hasta el final (humillar), rebosarse en la
embestida para ir más allá y volver, mirando nada más que tela (fijeza) y sin
malas ideas (nobleza) que no significa un tontorrón que no sabe lo que
hay delante o se deja detrás. Eso es un
toro bravo.
Y esas características
tuvieron, con sus matices, los 4 de Camponuevo.
Me encantó el primero, humillado siempre, galopando, entregado con
fijeza y nobleza, con recorrido, ofreciendo esa toreabilidad con transmisión en
los tres tercios de la lidida.
Todos sin mirar tablas. Todos, sin rajarse. Todos, sin doblar las manos. Todos peleando
en el caballo. Todos empujando con
acometividad por abajo. Todos, aguantaron larguísimas faenas en los medios.
Todos llegaron al final con el hocico cerrado como si tuvieran dos faenas más
adentro. Todos, por encima de los
muleteros en suerte, con todo respeto dicho.
La bravura es un espectáculo pero
no es fácil entenderse con ella. Exije.
Pida la moneda y el carnet. Toma exámen y normalmente, reprueba. Lástima. Enhorabuena al ganadero. Toma tiempo y esfuerzo llegar al nivel,
imagino que más difícil mantenerlo. Estos
espectáculos alimentan el espíritu y nos
devuelven la fe en la cabaña brava nacional.