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06 / 02 / 2012
Por: Williams Cárdenas
Los aficionados a los Toros comienzan a impacientarse al no encontrar respuestas globales adecuadas por parte de los mas altos representantes políticos en la defensa de la Fiesta. Parece que el daño que la Tauromaquia está padeciendo, en muchos casos difícilmente reparable, sólo duele a los aficionados. Lo cierto es que en medio de tanta indiferencia “la que está cayendo es mundial” por todas partes llueven ataques contra la Fiesta, y las respuestas contundentes o eficaces brillan por su ausencia.
La rebelión ciudadana de quienes se han comprometido con el Proyecto Tauromaquia-UNESCO, que entiende la Tauromaquia en su sentido mas amplio, y que ha llevado a conseguir declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) que blindan los festejos taurinos en más de 360 ciudades y pueblos en el mundo, pareciera ser la única alternativa.
Siendo así, no debemos perder más tiempo, dejar las diferencias a un lado y unirnos todos aficionados tanto los que acuden a las plazas como los que disfrutan de los festejos populares , peñas, federaciones, medios de comunicación, periodistas, profesionales del toreo, ganaderos, empresarios, autoridades locales, organizaciones culturales y escuelas de tauromaquia, para exigir a las autoridades nacionales competentes en cada uno de los países, la declaración de la Tauromaquia como uno de los mas arraigados elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial de cada uno de los pueblos iberoamericanos.
A continuación resumiré los escenarios nacionales en los que hay que actuar:
En España son 21 provincias españolas las que se han sumado al Proyecto Tauromaquia-UNESCO, que dan suficiente legitimidad a una decisión nacional que de una vez por todas protegiera La Fiesta. El Ministerio de Cultura español en Octubre pasado publicó el Plan Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial y ya el propio Ministro de Cultura hace escasas horas ha anunciado la intención de tomar medidas para que la Tauromaquia sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español. La condición de “peligro inminente” a que el Plan Nacional hace referencia está mas que justificada, pues conocemos sobradamente las consecuencias de la prohibición en Cataluña, que violando derechos fundamentales de los aficionados y las libertades y principios consagrados en la Constitución española, ha dejado a esa parte del territorio sin la función social de ocio y entretenimiento que cumplía la Fiesta y a la vez miles de desempleados que van a engrosar las abultadas listas del paro.
México tiene ya solicitudes presentadas en el Instituto Nacional de Antropología e Historia para que la Tauromaquia sea reconocida como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo mexicano. Aguascalientes y Jalisco han dado el ejemplo y sólo falta seguirlo a nivel nacional. Los aportes de México a la Tauromaquia son sencillamente extraordinarios y su declaración como PCI les daría reconocimiento universal. Los aficionados mexicanos como en el resto del mundo están siendo ejemplares impulsores de medidas de protección.
En Portugal se estudian las vías para abrir el camino al blindaje de La Fiesta y todos, políticos, aficionados y profesionales han ofrecido recientemente desde el seno del parlamento portugués una auténtica lección de protección de su cultura en base también a la libertad, tolerancia y respeto individual y colectivo que en todo país que se precie de democrático tiene que existir. En este caso, ejemplo de país aventajado es su Programa de Patrimonio Cultural que permitió la declaración de la "Capeia Arraina" como PCI del pueblo portugués.
Otro tanto ha ocurrido en el Perú, en donde los festejos taurinos de "San Juan Bautista de Pachacona" han sido reconocidos como PCI del pueblo peruano, y hay una decisión del Tribunal Supremo que consagra la Fiesta de los Toros como Patrimonio Cultural. Sin embargo, en su parlamento inexplicablemente se da entrada a proyectos de prohibición descabellados que tendrán que ser recurridos en todos los ámbitos posibles.
En Colombia existe una regulación muy completa que sólo espera por la voluntad política para corregir los despropósitos del Alcalde de Bogotá y de otros que amenazan a la afición colombiana con despojarla de uno de sus más ancestrales aficiones. Sólo falta que alguien, político por supuesto “agarre el toro por los cuernos”.
En Ecuador ya varios pueblos y ciudades estudian la medida de protección, que contrarrestará los tóxicos efectos de la prohibición de la muerte del toro en Quito. Las aguas volverán a su cauce, pero es necesario que las autoridades de pueblos y ciudades faciliten el trabajo de los aficionados, para revertir los efectos del referéndum.
Finalmente, en Venezuela se avanza lentamente pero con paso firme, a San Cristóbal, Mérida y Tovar se unirán otras ciudades y pueblos taurinos, pero es menester que se acelere el paso, pues ya son muchas las voces que escudadas en esa falsa intención de protección animal, pretenden columpiarse en la moda de prohibir los toros, bien sea impidiendo la entrada a los menores a las plazas, suprimiendo la muerte del animal o mas radicalmente, copiando el modelo catalán.
Como dijo recientemente un parlamentario portugués durante una comparecencia en el hemiciclo del parlamento nacional.
"La Fiesta de los Toros no fue creada por ley, por ello tampoco puede desaparecer por decreto".
Todos juntos, “al toro” sin perder más tiempo.