LOGROÑO.- Quinta de feria. Algo más de tres cuartos. Toros de Torrealta, serios y desiguales, encastados en distintos grados y viniéndose arriba a excepción del último. El tercero, un gran toro, premiado con la vuelta en el arrastre. Diego Urdiales, silencio tras aviso en ambos. José María Manzanares, silencio en ambos. Miguel Ángel Perera, aviso y una oreja con petición de la segunda y palmas en la despedida. EFE
DEL MORAL: del Moral: "Creciente gran faena y otra importante de Perera aunque pinchó"... Ambas frente a dos toros de Torrealta con muy distinta condición. Magnífico el que hizo de tercero al que terminó toreando maravillosamente con la mano derecha y difícil el agresivo sexto del que sacó lo que muy pocos podrían haber logrado. Pero por pinchar antes de agarrar una estocada y repetir infructuosas agresiones con el último, en vez de cortar tres o incluso cuatro orejas que se había ganado, sólo cortó una. Los demás toros, aunque bien presentados, por unas razones o por otras no dieron opción de triunfo a Diego Urdiales que sustituyó a El Cid ni a José María Manzanares que solo pudo dejar destellos de su clase.
DEL MORAL: del Moral: "Creciente gran faena y otra importante de Perera aunque pinchó"... Ambas frente a dos toros de Torrealta con muy distinta condición. Magnífico el que hizo de tercero al que terminó toreando maravillosamente con la mano derecha y difícil el agresivo sexto del que sacó lo que muy pocos podrían haber logrado. Pero por pinchar antes de agarrar una estocada y repetir infructuosas agresiones con el último, en vez de cortar tres o incluso cuatro orejas que se había ganado, sólo cortó una. Los demás toros, aunque bien presentados, por unas razones o por otras no dieron opción de triunfo a Diego Urdiales que sustituyó a El Cid ni a José María Manzanares que solo pudo dejar destellos de su clase.