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martes, 22 de septiembre de 2009

Interesante festejo en Guadalajara, destacó Sergio Flores


Por Francisco Baruqui

La tarde azulada y clara invitaba a toros, registrándosea una entrada similar a la del domingo pasado, de 2 mil 500 personas, para disfrutar de un festejo que motivó dada la actitud de los toreros y las condiciones de manejabilidad del ganado proveniente del hierro de San Isidro, conformándose una novillada decorosa de presentación pero variada de tipo, pelaje y sin tener belleza en sus láminas.

Mansurrona en términos generales, con la cualidad de la movilidad y algunos metiendo el morro con claridad recorrido y son, sin presentar mayores complicaciones, y sí dando la oportunidad de lucir a los de la terna.

Buenos comentarios había escuchado de Sergio Flores, un chaval de elevada estatura y figura espigada con buena planta, que vino a corroborar, cayendo de pie, todo lo bueno que de él había escuchado. Sí, se trata de un novillero que está en pleno rodaje, y debo decir, que en momentos determinados, dejó ver cierto verdor, pero lo que sí, cuenta con una expresión artística de largueza y profundidad, sabiendo plantear las faenas y entendiendo la condición de sus novillos brilló en series de toreo por abajo, tanto con la mano diestra como con la zurda, al natural, arrancando el batir de las palmas. El tlaxcalteca tiene temple, y da viaje largo a sus muletazos, aprovechando su altura y la dimensión de sus brazos, gustándose y gustando; hilvanando los pases con cierta profundidad y hondura. Debo decir, que dentro de estas grandes cualidades, deberá buscar un tanto cuanto más de reposo; asentándose seguramente transmitirá muchísimo más al tiempo mismo que se embraguete más, ya que algunos pases le resultaron despegadillos. Con la tizona, es gente importante, ya que de acuerdo a su condición física aprovecha estupendamente bien para consumar la suerte suprema, ganándose a ley una oreja de cada uno de sus oponentes, dejando estela triunfadora y todos los merecimientos para repetir el venidero domingo. Mi enhorabuena, que hay una promesa importante para llegar a ser alguien en la tan dura cuanto hermosa profesión.

Y repitió Hilda Tenorio... un torero en el cuerpo de una chavalilla, que se toma más en serio con vocación y como debe de ser, que muchos que viven de esto ya con muchos años atrás. Si usted lee que le devolvieron un toro, el más cuajado y serio del encierro, podrá pensar que hubo fracaso. Pero en tanto se trata de una mujer con todo el sentimiento y la formalidad taurina, pletórica de valor y de entrega, que desborda en su menudo cuerpo después de haber brindado un toreo de ayudados con la diestra y sendos naturales con la izquierda que quedaron ahí, como muestra de una faena que tuvo planteamiento, trazo, estructura, y valor cabal, pero adoleciendo de grandes deficiencias con la espada, dada su baja estatura y menudo físico, a más de no tener un tranquillo que le permita ejecutar la suerte de matar como un hombre, se verá, que aceptando carencias tales, hay en Hilda un torero de la montera a las zapatillas. Cosa será de corregir, pero lo que dentro trae la Tenorio es un caudal de torería con sabor y aroma. Con su primero, que la medía en todo momento, ofreciéndole una lidia complicada, la chamaca con el talento de su buen ánimo se dio resolviendo la papeleta en su toreo, pero de nueva vez pasando la pena negra con los aceros, llevándose los avisos.Está en excelentes manos, con un maestro como Manolo Arruza, y seguro estoy que podrá superar los defectos que al matar tiene, toda vez que se perfile un poco más en corto y no se salga tanto de la trayectoria del embroque, toreando, encelando como encelarse se debe, con la zarga que es la que mata y no estrellándola en el testuz, quedándose en la cara sin pasarse. Mucho de eso le ocasiona lo que le ocasionó, avisos y un burel devuelto. Interesante pues, será verle pronto que ahí, pésele a quien le pese, con todo y los tres avisos de rigor, hay un torero, que sí, que responde al nombre de Hilda Tenorio.

En cuanto a Fernando Alzate, el colombiano ha salido, como es habitual en él, lleno de entrega y con un valor sin doblez. En sus dos novillos, ha expuesto, determinado, en sus formas toreras tanto con el capote saludando con largas cambiadas de hinojos, chicuelinas y tafalleras, como con la flámula dando trazo a sus faenas cuajando series de toreo por los dos lados y con ambas manos, rematando siempre ajustado con pases de pecho. Mejores tuvo en el sexto, en el que tuvo mayor variedad, intercalando dosantinas y cerrando con toreo por alto de bernadinas que fuertes se le corearon.Lamentablemente, anduvo flojo con el estoque, escuchando avisos, pero sin duda alguna, sobrados merecimientos tiene para seguirse viendo colgado en los carteles novilleriles. Aquí en Guadalajara, ya tiene su público...Y debo destacar un gran puyazo del excelente picador que es David Vázquez, fuerte se le ovacionó, y bueno, qué bueno, que gente como él dignifica la labor de los de a caballo, ya no como matarifes cabalgantes, sino como auténticos toreros con montura.

Fuente. Diario El Informador.