lunes, 16 de septiembre de 2019

Tacabamba cierra feria con triple puerta grande


Tacabamba cerró la feria en honor al Señor de la Misericordia con el triunfo y salida a hombros de la terna, aunque de diverso calado cada una de ellas, que pasaré a explicar abajo.

El caso es que el nacional Alfonso de Lima fue el único del serial que cortó dos orejas con petición general del público (ya que con el indultado de ayer no se exhibieron) y que el palco se vio obligado a conceder, lo que no sucedía en otros casos. En una regalaba en otras, caso de días anteriores, negaba. Es decir, que desde arriba no se ha medido con la misma vara las faenas. Unas, oreja con pinchazos y/o descabellos; otras, con pinchazo, negadas aún cuando en su esencia hubieran sido con más contenido.

Continúo con el resultado de hoy. Oliva Soto, más antiguo de la terna, recibió del palco la generosidad de oreja en cada uno de su lote. Misma que, también mediando pinchazo, negó a Rafael Serna en el tercero y regaló dos en el cierra feria. Tamaña inconsistencia hoy, como ayer. Y tanta, que el jurado falló mejor faena en torero que no cortó doble apéndice Decisiones que escapan a la organización, que estuvo a buen nivel.

Se lidió ganado de San Pedro, 1o bueno, 5o bueno por el derecho y 6o flojo de remos y corto recorrido; y de San Simón, 2o gazapea y busca, 3o bueno y con clase, pañuelo azul in extremis en palco para vuelta al ruedo desatendida por los mulilleros. Y el 4o, bueno y noble con galope.

El andaluz Oliva Soto tuvo si acaso el mejor lote de la tarde. Su primero iba por el derecho y apenas lo dejó ver por el otro. Era tardo en tomar el engaño pero sin malas ideas lo dejaba estar y estuvo intermitente. Dos series buenas por derecha y con lo que me quedo es con un natural desmayado. Oreja con estocada trasera y desprendida. En el cuarto, un buen San Simón, tampoco se acopló con el capote. Se venía largo y esa inercia la aprovechó de inicio el torero para cuajar un par de series ligadas de tres y el de pecho. Fue breve por naturales el pitón más remiso a embestir del toro. El resultado una faena intermitente que cerró de pinchazo, y trasera. Oreja del palco.

Decía lo del mejor lote de la tarde porque tanto Serna como Alfonso de Lima percharon con al menos uno de los suyos con menos opciones de lucimiento. Lo explico.


Alfonso de Lima se llevó el garbanzo negro en el segundo. Salió a recibirlo por verónicas sin probaturas, y eso es exponer sin dudar y se agradece. Siendo como fueron los lances apretados, enjaretados y con el toro revolviéndose pronto en palmo de espacio. Yaco le pegó en la yema y lo justo, como toda la feria. De ahí en más, se descompuso la embestida, echaba la cara arriba, revolviéndose y buscando lo que dejaba atrás. El limeño lo intentó con verdad, quieto a buscarle las vueltas, sea por bajo o a media altura pero el toro se quedaba en su muleta, sin siquiera dejarlo ponerse por el gazapeo constante. Dos entradas a matar y descabello. Pero llegó el quinto, un bonito colorado de San Pedro que derrotó en burladeros y al que también lanceó sin probaturas ganándole terrenos. Otra buena vara de Yaco y buen tercio de Dennis Castillo y Camucho. Brindó a sus compañeros y en muleta se descubrió nobleza y desplazamiento por el pitón derecho que aprovechó para expresarse con pausas, reposo y poso de oficio. Por el izquierdo parecía que la faena iría a más, tomó la muleta con la zocata y a la primera le avisó pero quieto se quedó para ligar y fue cuando volteó la cara empalándolo y levantándolo por los aires y al caer parecía calado y golpeado. No pasó de un susto y algún corte tras la oreja y golpe en los muslos. Se reincorporó para continuar delante y a torear más y mejor y con el público entregado. Espadazo arriba y muerte de encastado. Oreja y tras la presión popular tuvo que aceptar el palco sacar el otro pañuelo.

Rafa Serna vivió en sus carnes la injusticia cuando se niega lo que a otros se da y no se mide con igual rasero. Tuvo en el tercero un terciado con poca fuerza pero mucha nobleza y al que supo administrar en alturas para construir una bonita y variada faena. Tuvo cadencia y compás. Pinchó y entera tendida, petición hubo pero el palco olvidó que la primera es del público. Dio una ovacionada vuelta al ruedo. Y aunque in extremis asomó del palco el pañuelo azul para el buen San Simón, los mulilleros no se la dieron porque no lo vieron, que ya arrastraban al toro. El cierra feria tenía poca fuerza y eso condicionaba que no terminara los muletazos. Lo intentó con empeño pero la cosa no remontó. Lo despachó con pinchazo hondo y entera y esta vez el palco dio doble apéndice. ¿Ustedes entienden? Yo no.

Una feria la de Tacabamba que ha cogido nuevos aires con su renovada administración edil y que concluyó un serial con buen nivel organizativo y taurino, corridas bien presentadas y que con matices ofrecieron posibilidades de triunfo. Esmero y cuidado en él escenario y gente de colmó su plaza, aún hoy en día laborable. Tacabamba señores es una feria que va a más.

TACABAMBA ~ PREMIOS
JESUS ENRIQUE COLOMBO, Triunfador de la feria
Mejor ganaderia, San Simón
Mejor faena, Oliva Soto (nonse indicó cual)
Mejor banderillero, Edward Valdez 'Rata'
Mejor Picador, Santiago 'Yaco' Reyes II