viernes, 3 de octubre de 2014

Roca Rey declara tras perder el Zapato de Oro

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El limeño Andrés Roca Rey hizo declaraciones en Burladero.com sobre su paso por el Zapato de Oro de Arnedo, donde fue el único novillero en salir a hombros del coso y no fue declarado triunfador del certamen.

Dijo: “La verdad que fue una tarde de mucha responsabilidad, una tarde que esperaba con muchas ganas y para la que vine preparándome día a día con el entrenamiento. Era una de las fechas más importantes de la temporada y había que tirar la moneda. Los novillos no ayudaron mucho, pero la moneda salió cara y pude salir a hombros por la Puerta Grande”.

Andrés está agradecido con la afición de Arnedo, (esto está bien): “el público supo ver el esfuerzo que hice y las ganas que tuve para imponerme a mis novillos. Estoy muy agradecido con ellos, ya que tuve muy buenas sensaciones”.

Y sobre la decisión del jurado Roca Rey dice: “El jurado ha tenido ese punto de vista, quizá han hecho las votaciones a algo bonito y estético y no hayan valorado todo el trabajo que costaba hacer faena al lote de cada uno de los novilleros que actuaron esa tarde. Aun así, respeto su punto de vista y estoy muy contento con mi paso por Arnedo... Me sentí triunfador toda la tarde, y toda la vida de Dios el triunfador es el que logra abrir la Puerta Grande, así que eso nadie me lo quita, aunque no me hayan dado el Zapato de Oro”.

A punto de cerrar su temporada europea, con novilladas en Guadarrama y nuevamente Valencia. Luego toreará el día 11 en Manizales (Colombia) y el 25 en Lima (Perú).

APUNTE: No dejo de ser peruana ni dejo de querer el triunfo de los nuestros en cualquier ruedo, y sé a lo que me expongo por decir mi palabra. Y lo digo. No creo que un profesional deba expresarse así, entiendo que desde la herida y está aprendiendo, siendo como es que está sujeto a valoración de un público y de un jurado en este caso. Sin duda, decisiones como esta de Arnedo, extrañan y duelen a quien la padece pero en esto, como en todo en la vida, hay que saber encajar los golpes para demostrar respeto a la profesión, grandeza y nobleza que enaltece. No me parece que sean las formas, sobre todo porque en su caso pueden cerrar puertas. No me gustó tampoco la sensación que me dejó oir su brindis a Galdós esa tarde que me sonó algo bajera, creo que se puede decir lo mismo pero en mejor tono, compeitivo no peleón que eso se ve con capote y muleta. No se debe descartar que el novillero español también pudo salir a hombros, que fue ese novillero quien también -en decisiones de jurados- le ganó alguna vez durante su paso sin caballos. Existe de por sí una rivalidad entre ellos. Esto no debe preocupar al torero, si no seguir en la senda del aprendizaje y evolución, de corregir, ver errores y mejorar. Me preocupa el doble mensaje que oí de su apoderado, ante las cámaras cuando dijo: Tiene los errores de todo novillero (en mis palabras) y al tiempo que estuvo cumbre. O lo uno o lo otro. Para mí, un torero en aprendizaje no puede, no debe, estar cumbre (aunque lo esté). Es el nivel de exigencia que creo empujará a no adocenarse e ir para arriba. Andrés tiene con qué, paciencia y perseverancia, siempre con humildad, dentro y fuera del ruedo. Y repito, el torero habla con capote y muleta, en el ruedo.