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miércoles, 25 de mayo de 2011

Madrid. Un gran toro de Alcurrucén ovacionado en el arrastre lento. Oreja para Castella

Corrida de la prensa. El segundo ha sido un gran toro de Alcurrucén, se llamó "arrestado" y le tocó en suerte a Sebastián Castella que estuvo bien pero me parece que no lo suficente. Lo pasó en series hasta de 6 y 7 muletazos por la derecha, y los de pecho en redondo largos, larguísimos. Por la zurda, no se terminó de acoplar. El toro fue un espectáculo de bravura en la muleta, fijeza, humillación, prontitud, nobleza, entrega total. Embistió hasta con la espada puesta. Dice Emilio Muñoz que se tragó hasta 62 pases... será.

Recibió la oreja y su cara al mostrarla a los tendidos no parecía de alegría ni amigos, la tiró al tendido apenas pudo. Se podía intuir la respuesta del público, que durante la faena, no se enardeció hasta el final que hizo la vitolina... Tampoco fue de reventar cuetes lo que declaró al micrófono de Plus: "he cortado sólo una oreja... pero he toreado pa mi". A buen entendedor... pero si cabe un apunte: Se puede torear para sí mismo, cierto. Pero así, no se llega al tendido, no es menos cierto. o no?

Será que Talavante y Manzanares han acostumbrado "mal" a la parroquia, al toreo lento, despacioso, al ralentí. A parar el tiempo en su muleta y la faena de Castella, con un gran toro como materia prima, adoleció de ello.