jueves, 19 de mayo de 2011

Madrid. Las crónicas de ayer

ZABALA EN EL MUNDO. El sexto se tapaba por la cara derribó a Chocolate en fea caída. Manzanares en estado de gracia lo templó mucho sobre la mano derecha. Tres series de empaque y ligazón. Un cambio de mano excelso. Diestra siguió la faena. Un molinete improvisado. Buen toro. La izquierda no encontró la misma respuesta. Siguió y el toro se le quedó debajo. Fea voltereta. Ya no era igual la embestida. La faena fue basculando de terrenos hacia la los chiqueros. Cada vez el toro a menos. Fenomenal una trinchera. Y cumbre la estocada en la misma boca de riego en la suerte de recibir. Una sola merecía la estocada. La otra... MAS

ABC. Toros deslucidos, esfuerzo de los diestros y, al final, riesgo y triunfo grande de José María Manzanares: una impecable estocada en la suerte de recibir, después de una faena de mérito, pone en sus manos las dos orejas. ¡Otra Puerta Grande! ¿Quién se acuerda ahora de algunos políticos? MAS

LA RAZON. Madrid también se rinde... Ayer Manzanares manejó la situación. Nos manejó el corazón como quiso y nos deleitó hasta robarnos el alma en el centro del ruedo, en la suerte suprema, a la que no fue a buscar. Esperó su encuentro. En el centro de la plaza, en el ocaso de la tarde, a un punto del anochecer, en el fulgor de la magia, embriagados ya todos de su toreo. Y en ese segundo, expectación máxima, casi desnortados, perdida ya la hora de cierre... Se perfiló Manzanares, llamó al toro, le esperó, encuentro inolvidable y estocada en la yema. En lo más alto del toro. En la cima de Madrid se había puesto ya contra todo pronóstico José María Manzanares en un año para la historia. Moría la tarde, despeñada en parte, precipitada en parte, agonizada en parte... Elevada a su gloria, y la nuestra al borde de las miserias. Manzanares nos indultó de la decepción. Y lo hizo despacito, hasta emborracharnos, nunca a golpe de chupitos, alcohol del bueno. MAS

MARCA.COM Manzanares rinde culto a la suerte suprema y abre la puerta grande... Una faena desigual, pero torera, es rematada con un perfecto espadazo recibiendo MAS